En los últimos años ha ido creciendo en popularidad una persona que todo el mundo conoce como Bárbara La Reina de la Pantaloneta. Una mujer que nació en 2019 «con las lentejuelas puestas». «Yo sabía desde el principio que quería ser reina. No sabía de que iba a serlo pero al final he sido Reina de la pantaloneta», destaca.
Recuerda que ella trabajaba en la plaza de Abastos con sus padres y visitaba el Café Moderno donde actuaban las varietés riojanas. «Les vi actuar una vez y quise hacer lo mismo. Entonces le dije al dueño del Café Moderno, Mariano Moracia, que quería conocerlas. Estaba cansada de estar en la plaza de abastos con mis padres y quería lograr el estrellato», indica.
Asegura que el mejor lugar para lograr ese estrellato era el Café Moderno, donde estuvieron grandes estrellas, como algunos actores de la España de los 60, entre los que se encuentran Marujita Díez o Manolo Escobar.
Aunque apunta que antes de actuar en el Café Moderno, hizo «sus primeros pinitos» una Nochevieja en el antiguo bar Biribay cuando cantó con un grupo de música.
Desde su nacimiento hasta ahora, esta artista riojana ha evolucionado mucho y ha conseguido ganarse a toda la región. «Muchas veces la gente que me ve por la calle me dice que soy alegría, luz y que siempre voy con una sonrisa. Lo que intento es que la gente disfrute cuando me vea, atenderles siempre y llevar la alegría riojana a todos los sitios», destaca.
Las fiestas de San Mateo es una época del año que le gusta mucho a esta artista y actriz riojana. «Siempre he querido ser vendimiadora, y hasta lo he intentado, pero es complicado. Soy la eterna aspirante a vendimiadora porque me encantaría poder representar al pueblo logroñés. Sería precioso», afirma.
Plantea la posibilidad de que cada año se elija a un vendimiador o vendimiadora de honor como un cargo «simbólico» aunque «es complicado», reconoce. «Hago un llamamiento al Ayuntamiento de Logroño para que cada año, una figura destacada de la sociedad logroñesa, forme parte de ese dúo de vendimiadores», señala.
También asegura que el acto más bonito de estas fiestas es el cohete, un evento en el que siempre le toca trabajar como reportera con La 7 de La Rioja estando con toda la multitud en la plaza del Ayuntamiento de Logroño. «Es verdad que la ciudadanía, en los primeros años, no me conocía mucho pero ahora vienen a mí», cuenta orgullosa.
Explica que el motivo de esto es que es una artista 360 y actriz, así que «juego con muchas técnicas teatrales para llevar a la gente de un lado a otro y poder divertirnos». «Eso es lo más bonito», afirma.
Estos San Mateos van a ser como una montaña rusa para Bárbara La Reina de La Pantaloneta, ya que tiene previsto acudir a muchos actos y actividades. «Voy a estar en el bingo de la caseta de Andalucía, en la Peña La Rioja, en la 7 de La Rioja, en la presentación de las batucadas, e incluso seré jurado de concurso de chuletas», detalla.
Asegura que esa parte de San Mateo es «muy divertida» porque «estás de arriba a abajo». Además, resalta el hecho de que la ciudadanía quiere «pasárselo bien, disfrutar y jugar».
También cuenta que está preparando alguna cosa especial para estas fiestas pero «no se si va a llegar a tiempo».
Fama. Bárbara La Reina de La Pantaloneta no ha conseguido su fama «de la noche a la mañana» sino que «he sido como un campesino que planta semillas y espera que en algún momento de frutos», indica.
Ser Bárbara, reconoce, es un trabajo «arduo» porque «vas a los sitios y tienes que tener una energía potente». Asegura que ella nunca ha buscado ser famosa sino que lo que le gusta es trabajar y compartir su alegría. «La parte positiva es que «ha sonado la flauta» y por eso ahora soy más conocida pero sigo haciendo actuaciones por todos los sitios y hago cosas sin animo de lucro, entre otras cosas», señala.
Afirma sentirse «muy querida» por los riojanos y riojanas. «Mi público entra dentro de un abanico que va desde los niños y niñas más pequeños hasta personas de 30, 50 y hasta 70 años. Es muy guay», subraya la artista riojana.
«La idea es que una niña de 3 años me vea como una princesa Disney, y una señora de 80 años se piense que soy como Norma Duval», detalla.
Explica que el motivo de tener un público tan variado se debe a su forma de expresarse y a hacer un humor blanco. «Es importante que el discurso no esté relacionado con nada que sea político, religioso, y que respete a todos», concluye.