El número de fieles que cada domingo asisten a la celebración de la eucaristía marca una evidente y progresiva tendencia a la baja, más allá del descenso generado a causa de las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia del covid-19. Las últimas cifras recogidas por la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño cifran en 17.850 personas las que cada domingo acuden a misa en alguna de las 257 parroquias distribuidas a lo largo y ancho de la Comunidad. Sin embargo, en 2019, año previo al inicio de la crisis sanitaria y tomado como referencia, eran 21.130 los riojanos que cada fiesta de guardar acudían a misa. Son, en términos absolutos, 2.380 menos que hace cinco años.
Los datos son recopilados cada año, desde hace cinco, por la Diócesis de las cifras remitidas por los propios párrocos. En caso del ejercicio 2023, de las 257 parroquias remitieron los datos de asistencia «unas 230» tal y como señalan desde la propia Diócesis. Dicho de otra forma, solo dejan de responder algo más de veinte parroquias regentas por el veinte por ciento de los párrocos que ejercen en el ámbito de la Comunidad riojana.
La evolución de estos últimos años marca una línea evidentemente a la baja. De los 21.130 asistentes a misa de 2019, las parroquias riojanas pasaron a 14.000 en 2020, dejándose sentir ya la restricción de movilidad derivada del virus así como el miedo a contagio en espacios cerrados. El ejercicio 2021 marca ya un repunte tras los peores meses de la pandemia alcanzado los 17.000 asistentes.
El año 2022, en el que la estela del covid seguía latente aunque sin restricciones de movilidad, las parroquias riojanas albergaron a 19.300 fieles a las celebraciones dominicales para concretarse ya el pasado año en 17.850. Son, matizan desde la Diócesis, «los que acuden cada domingo». Hay que tener en cuenta en este sentido que estos datos facilitados por la propia Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño contabilizan de forma exclusiva los asistentes a las misas del domingo y no a las eucaristías convocadas entre semana «ya que no todas las parroquias disponen de celebración entre semana».
Tampoco aportan luz estos datos sobre el número absoluto de creyentes de la fe católica, sino más bien, solo de los creyentes practicantes. En cualquier caso, las cifras registradas entre las más de 250 parroquias adscritas a la Comunidad autónoma no hacen sino dar continuidad a la tendencia del conjunto nacional, donde el número de asistentes a la celebración eucarística de los domingos cayó en algo más de 160.000 fieles (datos correspondientes al año 2022 recogidos en la Memoria general de la Iglesia de 2023).
Factores. Desde la Diócesis de Calahorra La Calzada-Logroño observan un claro y evidente condicionante en el descenso de fieles a la misa del domingo. «El envejecimiento poblacional y los fallecimientos reducen el número de asistentes». Una situación, si cabe, que se manifiesta con una mayor incidencia en el medio rural de La Rioja.
Creyentes no practicantes. Al hilo de todo ello surgen dos estudios que se erigen clarificadores y que profundizan en la actitud de los jóvenes y de la población en general hacia la misa dominical y la religión en general.
Por un lado, y son datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), solo uno de cada diez jóvenes españoles se declara católico practicante teniendo en cuenta que los creyentes que no reciben habitualmente los sacramentos continúan ostentando la mayoría (37%) sobre los que participan en la vida de la iglesia (18%); seguidos de los ateos (15%), entre otros.
Ahora bien, hay un colectivo de dos millones de jóvenes españoles que no asisten a la celebración dominical o en festivos de guardar que aseguran apreciar, valorar y confiar en la religión católica.
En definitiva, y a juzgar por este abanico de datos y cifras, la Iglesia riojana y española pierde fieles que asistan a misa, fundamentalmente fruto del envejecimiento poblacional y de las defunciones. Ahora bien, los creyentes, participen de la vida de la Iglesia o no, ocupan aún una mayoría casi absoluta en el conjunto del país.