Pablo Fontecha, exconcejal socialista en el Ayuntamiento de Brieva de Cameros, explica que los problemas en la Escuela de Pastores llegaron «por un defecto administrativo a la hora de solicitar las ayudas públicas» desde el propio Consistorio. Posteriormente, continúa, «se subsanaron, pero las subvenciones ya llegaban con retraso». Entre otras cuestiones, este retraso provocó que no se pudiera adquirir el pienso necesario para el rebaño de algo más de mil ovejas adquirido a un particular vinculado a la Asociación Raza Navarra (Arana). 

De esta manera, la escasez de pienso generó la muerte de varias cabezas sin que el ya exedil cortezudo se aventure a cuantificar el número de las desafortunadas ovejas. «Hubo que racionar el pienso», sintetiza. Fontecha no ha regresado a Brieva desde su renuncia, el 13 de septiembre. Tres días antes presentó la dimisión Somalo. «No había ningún enfrentamiento entre nosotros, ambos dimitimos por motivos personales», asegura. 

Días antes, el uno de septiembre, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) realizó una inspección rutinaria en la Escuela  sin hallar anomalía alguna. 

Sin embargo, las preguntas en sede parlamentaria formuladas por la ahora consejera Noemí Manzanos sobre la muerte de ovejas en Brieva, datan de abril y mayo y se refieren a los meses de febrero y marzo. Eva Hita respondió en el Parlamento regional que hubo «64 ovejas muertas por desvieje y causas naturales entre los años 2022 y 2023, un porcentaje de bajas dentro de la media».