Ha variado poco el número de tarjetas sanitarias de la Seguridad Social entre 2019 y 2023 en La Rioja. Tampoco lo ha hecho el número de médicos (350 en La Rioja) y profesionales sanitarios en general de Atención Primaria entre los dos ejercicios citados. Sin embargo, ha crecido en aproximadamente 200.000 la cifra de asistencias al médico de familia y se ha disparado, ya en el pasado año, la espera media para conseguir una cita en el centro de salud. Dicho de otra forma, crece la demanda en Atención Primaria en comparación con los años previos a la pandemia del covid-19. Es un debate que está en la calle y que tiene una influencia máxima en los principales núcleos de población repartidos a lo largo y ancho de la Comunidad y que no sienten, al menos con tal intensidad, zonas de salud como Los Cameros.
Los facultativos de Atención Primaria demandaron cerca de 1,7 millones de citas médicas en todo 2023 con una ratio de 6,4 veces por cada uno de los 274.190 usuarios riojanos del sistema público de salud. En 2022 fueron 1,6 millones de demandas y en 2019, el año previo a la pandemia, se contabilizaron 1,5 millones de cita en los diferentes centros de salud distribuidos por la región.
Sin embargo, tal y como señala Santiago Vitoria, director general de Atención Primaria en la consejería que comanda María Martín, «las variaciones en el número de facultativos en la Comunidad son mínimas entre» los años referidos. Dicho de otra forma, un número similar de médicos atienden una mayor demanda por parte de los pacientes. Quizá no sea la única explicación, pero la comparativa de las esperas medias para conseguir cita médica entre el ejercicio 2019 y 2023 evidencia diferencias considerables. Justo antes de la pandemia, la consulta del médico de familia se hacía esperar una media de 3,5 días, en 2023 ha sido de 7 días y con picos que superaban los 11 días de demora. Evidentemente, no se trata de una situación que se acentúe exclusivamente en La Rioja, «es algo generalizado en todo el país», apostilla Vitoria.
Índice de frecuenciación. Ahora bien, el impacto de citas médicas en los diferentes centros de salud varía considerablamente entre el índice de frecuencia de los pacientes de La Guindalera en Logroño (3,50) al centro de salud de la localidad camerana de San Román, 13,30). Sin embargo, con el máximo índice registrado en toda la Comunidad, «en este municipio no tienen más que salir de casa y acudir al médico el mismo día». Un hecho en el que influye de forma considerable el número de población y su edad, tal y como matiza el director general de Atención Primaria.
En la búsqueda de motivos que puedan explicar el incremento media de la demora para acudir a Atención Primaria, se encuentra también el número de citas pedidas y a las que el usuario ni asiste, ni avisa, ni, por supuesto, anula. La Consejería no dispone aún de los datos cerrados para el ejercicio 2023. No obstante, Santiago Vitoria ejemplifica la situación en lo sucedido en una consulta una tarde de esta misma semana. «Había 24 citas cogidas y cinco usuarios ni asistieron, ni avisaron». Es decir, a una de cada cinco citas reservadas se quedan vacías. «Es algo -continúa el director general de Atención Primaria- que tienen muy controlado en los pueblos. Al ver el listado de las consultas a pasar en un día concreto, los médicos ya saben perfectamente quién acudirá y quién no».
Son cuestiones que inciden en la sobrecarga del sistema público de Atención Primaria al que suma también la falta de facultativos «y la posibilidad de retenerlos, y eso que en La Rioja somos ágiles para la convocatoria de oposiciones», concluye Santiago Vitoria.
«Puede existir cierta psicosis por la pandemia»
Los usuarios de la sanidad pública de la Comunidad han comprobado, fundamentalmente con la incidencia de las afecciones respiratorias que acechan en pleno invierno, que conseguir una cita con el médico de cabecera, puede generar, valga la redundancia, un dolor de cabeza más. Más allá de las cifras que pueden aportar algo de luz sobre el incremento de la demora, «puede existir cierta psicosis motivada por una pandemia» que conmemora este mes de marzo el inicio de los coletazos que derivaron en el primer confinamiento de tres meses.
Dicho de otra forma, el covid-19 ha podido generar que se acuda más al médico de familia que antes de los contagios por coronavirus.
Otro de los detalles que aporta el director general de Atención Primaria del Ejecutivo riojano «es algo que por lo general, los usuarios desconocen». Cada médico y cada consulta reserva hasta cinco citas diarias que no se pueden reservar vía web para casos de urgencia. Ahora bien, «son citas que solo se pueden coger o bien por teléfono o bien de forma presencial en el propio centro de salud».
Por otro lado, la atención telefónica entre médico y paciente tuvo su inevitable protagonismo durante las restricciones de movilidad y aislamiento del covid-19 y, en general, durante toda la pandemia. Sin embargo, este tipo de consulta ágil para determinados trámites y atenciones, «va cayendo» a costa de una mayor presencialidad en los centros de salud distribuidos a lo largo y ancho de la Comunidad autónoma.
saturación. Así las cosas, el centro de salud en 2023 es el de Calahorra, con 165.031 citas anuales con un índice de frecuenciación de 4,6 veces por usuario con tarjeta sanitaria de la Seguridad Social. Inmediatamente después se encuentra el de Nájera con 105.777 citas anuales y un índice de casi 7 veces por usuario.
En el lado opuesto se encuentra precisamente el centro de salud de San Román que cuenta con 4.176 citas anuales y el mayor índice de frecuenciación, 13,30 veces por usuario.
En definitiva, la herencia de la pandemia ha podido dejar algo más de miedo entre los usuarios.