El 14 de enero de 2021 es una fecha que el actual presidente de la Asociación de Covid Persistente en La Rioja, Sergio Orbea, no olvidará nunca. Se contagió de Covid-19 aquel día y desde entonces, no se le han ido estos síntomas que padece.
«Estaba súper cansado, tenía un montón de dolores, problemas digestivos y no se me pasaba. Me empezaron a mirar y salió que tenía covid persistente», recuerda.
Explica que con esta enfermedad parece que estás incapacitado. «Estás cansado todo el día, hacer ejercicio te provoca el doble de cansancio y te genera una niebla mental, lo que hace que se te olviden algunas cosas y tengas que apuntarlas», detalla.
Cuenta que su situación no ha sido fácil, ya que «al principio te decían que era todo psicológico, así que te mandaban al psiquiatra, te mandaban medicación y muchas veces pasaban del tema». Aunque ahora subraya el buen trato médico que está recibiendo en el CIBIR donde «me están siguiendo bastante». «Hace unas semanas nos hicieron unas pruebas con las que nos cogieron muestras de saliva», indica.
Por otra parte, Orbea denuncia el problema que genera esta enfermedad de cara a la vida laboral de todas las personas que la sufren. Indica que ahora está trabajando a jornada partida porque no puede aguantar una jornada completa de ochos horas de manera ininterrumpida. «Hay días en los que vengo a casa y priorizo descansar antes que comer», relata.
A pesar de esto, se siente afortunado porque le han adaptado el puesto pero «hay quien no ha podido desempeñar su labor y acaban despidiéndolos o que no pueden incorporarse al trabajo», lamenta.