El Estudios de costes y rentas de las explotaciones agrarias (ECREA), que realiza el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, apunta que los viticultores riojanos fueron los que lograron mayor rentabilidad por hectárea en el año 2021, un total de 1.502 euros, por encima de la media nacional, que el informe establece en 907 euros, y casi 18 veces mayor a la que obtuvieron los agricultores del País Vaco, que cifra en 85. La Rioja se coloca por delante de Castilla-La Mancha, donde consiguieron unos beneficios de 1.608 euros en un ejercicio en que los aragoneses registraron unas pérdidas de 103 euros por hectárea sembrada.
Este informe, que publica desde 2018 el departamento que dirige Luis Planas, se elabora a partir de los datos de la Red Contable Agraria Nacional (RECAN), y contempla variables como los costes directos -agua, electricidad, fertilizantes o semillas y plantas-, maquinaria, mano de obra, costes indirectos, o las subvenciones para extraer resultados de la producción, el margen bruto, el neto, la renta disponible y el beneficio de la actividad.Los datos de 2021 -todavía provisionales -ofrecen información nacional y sobre las comunidades autónomas de Aragón, Castilla La Mancha, Cataluña, Navarra, Comunidad Valenciana, País Vasco y La Rioja, y se han realizado con una muestra de 310 explotaciones, que representan a 13.631, con una superficie media de 19 hectáreas y un rendimiento de 8.800 kilos por hectárea. La producción en Rioja de dicha campaña fue de 6.500 kilos por hectárea para uvas tintas, y 9.000 kilogramos por hectárea para blancas, con un máximo amparable del 95%.
Según recoge el informe, el producto bruto de uvas de denominación -resultado de sumar el valor bruto de la producción más las subvenciones y otros ingresos- ascendió en nuestro país a 3.203 euros por hectárea, que superan por mucho La Rioja -5.129- yPaís Vasco, con 4.879-, situándose también por encima de la media Cataluña y Navarra.
El coste por hectárea y el precio de la uva son las únicas variables que contempla el informe que no lidera La Rioja, un ránking que encabeza el País Vasco, con 4.794 euros, por delante de los 3.627 de esta comunidad y los 3.583 de Cataluña, todas ellas, al igual que Navarra, por encima de la media, que estiman en 2.295 euros.
En cambio, La Rioja encabeza, con 2.321 euros, el margen neto, por delante de Castilla-La Mancha, con 1.667, para una media nacional de 1.547, por delante de los 1.291 del País Vasco.
Por lo que respecta al precio medio del kilo de uva, según el informe del Ministerio de Agricultura, fue en La Rioja de 64,43 euros por cada 100 kilos, el tercero más elevado del país, justo por detrás de las del País Vasco, donde se pagó a 80,92 y los 65,45 de Cataluña para una media nacional muy inferior, de 35, 56, con precios de poco más de 24 euros por cada cien kilos en la comunidad valenciana.
La caída del precio. Los estudios de costes y rentas de las explotaciones agrarias de 2018 a 2020 tienen carácter definitivo y muestran información muy detallada por comunidades autónomas, un contenido que no ofrece el informe de 2021, que ya advierte que recoge resultados provisionales.
No obstante, sí que se muestran las principales variables que permiten comprobar cómo se movió el entorno vitícola entre 2018 -primer año del informe- y 2021, el último publicado. Lo más significativo ha sido la caída del precio de la uva, que pasó de pagarse a a casi 86 céntimos en 2018 -85,89 euros por cada 100 kilos- a los 0,64 euros de 2021. El gran desplome se produjo en 2020, cuando el precio medio de un kilo de uva de la denominación -no distingue entre tintas y blancas- se pagó a 61 céntimos -61,61 euos/100 kilos-, frente a los 85 céntimos del ejercicio inmediatamente anterior.
La uva del País Vasco, que se cotizó el año 2021 a unos 81 céntimos, también ha sufrido una caída, aunque su descenso ha sido sensiblemente inferior, de 13 céntimos desde 2018.
Por lo que se refiere a los beneficios logrados, y según el informe del Ministerio, fue 2020, el año en que más barata se pagó la uva, el de mayor rentabilidad, de 2.523 euros por hectárea, superior a los 1.815 de 2018 y los 1.502 euros de 2021, y casi tres veces más que los 934 de 2019. Por lo que respecta a los costes, han ido también reduciéndose a lo largo de los años y fueron de 4.182 el primero de los años estudiados, de 3.760 euros por hectárea en 2019;de 3.638 en 2020 y, poco menos, de 3.626 en 2021.