"Fue una experiencia dura con la que conoces la realidad"

David Hernando Rioja
-

Los médicos le detectaron un osteosarcoma en el 2013, un tumor óseo en el fémur izquierdo

El superviviente de cáncer infantil, Juan Calle, en un parque - Foto: Óscar Solorzano

Juan Calle Benito es un logroñés de 23 años que tuvo la mala fortuna de padecer un osteosarcoma en el 2013, un tumor óseo en el fémur izquierdo. «Todo empezó sin saber bien lo que estaba pasando», señala.

Cuenta que su primera impresión fue ver a sus padres preocupados. También fueron los encargados de contarle que «iba a dejar de ir al instituto durante una temporada e iba a hacer una vida diferente a la común».

El hospital San Pedro no tenía, al igual que ahora, una unidad de oncología pediátrica, por lo que tuvieron que tratarle en el hospital de La Paz de Madrid. Los primeros meses no fueron fáciles, ya que le tuvieron que administrar quimioterapia para curarle, pero una vez que volvía a casa, se encontraba mal porque «este conjunto de medicamentos te mata el tumor pero también las defensas y el sistema inmunológico». Calle volvía a Madrid para recuperarse, para que cuando estuviera bien, le pusieran nuevamente la quimioterapia. Y así vivieron él y su familia durante unos meses.

El siguiente paso de este proceso fue una intervención quirúrgica en la que los doctores le quitaron  la parte del hueso afectada por el tumor. El problema fue que este era grande y llegaba «muy abajo», por lo que también le quitaron la rodilla. Los médicos tuvieron que colocarle una prótesis interna que reemplazara su fémur y su rodilla.

Las secuelas físicas que le ha dejado este tumor son varias, como una pérdida de audición y  problemas a la hora de discernir algunas letras con sonidos agudos. «Me puse audífonos, que en gran medida me soluciona este problema».

Calle defina esto como «una experiencia dura, de la que aprendes una barbaridad, te desvinculas de la línea habitual de vida que puede tener un niño normal y conoces la realidad.

Asegura que ahora le da menos importancia a aspectos que antes eran vitales y aprendes a valorar más los momentos buenos. «Te puede tocar alguna cosa dura pero tienes que tirar para adelante como sea», concluye.