Lo que las fuerzas policiales de la Comunidad Foral de Navarra asumieron en un principio como un hecho aislado, ha derivado ya en una investigación abierta para localizar a lo que consideran ya un asesino en serie de agricultores. De hecho, cuenta ya en su siniestro currículum con tres hombres del campo asesinados y una cuarta en la que las sospechas apuntan a otro intento fallido.

Los hechos se remontan al 14 de noviembre de 2023. Aquella mañana, un agricultor que ejercía labores de campo con su tractor en la localidad navarra de Ablitas, a treinta kilómetros de Alfaro, se encontró con un desconocido que se empleaba en el robo de aceitunas. Harto de este tipo de sustracciones, le llamó al alto y el malhechor, lejos de cesar en su quehacer, se encaró con el campesino y llegó a arrojar una piedra contra la luna del tractor provocando así su rotura. A continuación, el hombre huyó del lugar.

Unos días después, el 22 de noviembre de 2023, un agricultor apareció muerto con evidentes signos de violencia en su parcela de la también localidad navarra de Tudela, a escasos 18 kilómetros del municipio riojano de Alfaro.

El segundo asesinato consumado ocurrió en Ribaforada, municipio de Navarra situado a treinta kilómetros de Alfaro. Los hechos ocurrieron el 21 de diciembre y la víctima, de nuevo, fue un agricultor.

Por último, el pasado 5 de enero de 2024, la voz de alarma saltó en la localidad de Vilanova de la Barca, en la provincia de Lleida y, de nuevo, la víctima mortal fue un agricultor.  

Una de las sospechas que apuntan a que el autor de las muertes sea la misma persona y que los crímenes estarían relacionados pasa por el hallazgo del coche robado al agricultor de Ribaforada, un Opel Corsa rojo, a escasos kilómetros del campo de Vilanova de la Barca, en el que se cometió el tercero de los asesinatos.

Pero además, los tres ataques mortales, y el primero de ellos que se saldó con una pedrada a un tractor en Ablitas, ocurrieron en horario de mañana, contra agricultores de avanzada edad que se encontraban solos trabajando en el campo y alejados de núcleos urbanos. Por otro lado, en los tres crímenes se empleó una violencia desmedida. Los tres fallecidos aparecieron con golpes en la cabeza. 

Las fuerzas del orden no descartan ninguna hipótesis pero trabajan bajo la premisa de que pueda tratarse de la misma persona y que incluso hubiera intentado otros tres asesinatos previos que no pudo consumar. Sospechan igualmente que haya podido huir a través de la frontera francesa y, gracias a la descripción del agricultor de Ablitas, se le busca mediante un retrato robot. 

Una investigación abierta a nivel nacional sin impacto en la región

El impacto en el ámbito de la Comunidad autónoma de La Rioja, y en concreto en La Rioja Baja no ha tenido, desde luego, la magnitud que se podía esperar ante tales sucesos. Por un lado, porque en un principio, la agresión ocurrida en Ablitas no tuvo repercusión mediática. Por otro lado, porque el asesinato del campesino de Tudelo se consideró, de inicio, como un fatdídico hecho aislado. Dicho de otra manera, no se han relacionado los crímenes hasta hace escasas fechas, cuando las fuerzas del orden empezaron a sospechar de las similitudes y de la relación que pudiera existir entre los tres asesinatos.

A principios de esta semana los hechos se comentaban entre agricultores de la localidad riojana de Corera, a algo más de cincuenta kilómetros de la zona navarra donde ocurrieron los primeros hechos. Eso sí, los comentarios no pasaban de una  liviana conversación.

Alguno de los responsables de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de UGT, ni siquiera tenía conocimiento de los hechos y tras enterarse esbozó un simple «estaremos pendientes». Por su parte, las noticias sí habían llegado a la central agraria Arag-Asaja, sin más.

Ni siquiera en el Ayuntamiento de Alfaro, municipio riojano más próximo al escenario de los crímenes, tenían conocimiento de los hechos. 

Yolanda Preciado, alcaldesa de la localidad riojabajeña, recordaba este jueves a El Día de La Rioja que se encuentran actualmente en días de intensa actividad municipal y «no me había nada llegado todo esto».

Por su parte, tanto la Guardia Civil como la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, aseguraron ayer que «siempre que pasan cosas así se conecta a las bases de datos» sin que confirmaran la existencia de algún tipo de comunicación especial al respecto más allá de una investigación abierta a nivel nacional y que permanece bajo secretode  sumario.