La capilla ardiente de los dos agentes de la Guardia Civil fallecidos en la madrugada de ayer tras ser arrollados por un camión durante un control en la AP-4, a la altura de Los Palacios-Villafranca (Sevilla), se instalará este miércoles por la tarde en la sede de la Unidad de Acción Rural (UAR)-Grupo de Acción Rápida (GAR) en Logroño.
Fuentes del instituto armado han indicado a EFE que aún no está fijada la hora porque dependerá de cuándo concluyan las autopsias a los cuerpos que se realizarán este miércoles.
Está previsto que a la capilla ardiente asistan el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, y el director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, entre otras autoridades.
Un vehículo articulado embistió pasadas las cuatro de la madrugada a un control de la Guardia Civil en la AP-4, causando la muerte a seis personas, entre ellas los dos agentes del GAR, e hiriendo a otros tres miembros de esta unidad, uno de ellos muy gravemente.
Los agentes fallecidos son Eneko Lira Gómez, de 36 años (este miércoles cumpliría 37 años) y natural de Barakaldo (Bizkaia), y Juan Jesús López Álvarez, de 34 años y nacido en El Ejido (Almería).
El accidente se ha producido 40 días después de que una narcolancha embistiera en el puerto de Barbate (Cádiz) a una patrullera de la Guardia Civil y matara a dos agentes: David Pérez, de 43 años, natural de Barcelona y perteneciente al GAR, y Miguel Ángel Gómez, de 39 años y natural de San Fernando, del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS).
Los dos agentes fallecidos este martes y sus tres compañeros heridos formaban parte de un despliegue de su unidad para combatir el narcotráfico en el sur y estaban realizando un control aleatorio en esa zona de la autopista, en un operativo habitual.