El consejero de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la Despoblación, Daniel Osés, acompañado de la directora general de Infraestructuras, Gema Álvarez, y del alcalde de Arenzana de Abajo, Julio Francia, ha comprobado hoy la evolución de los trabajos de rehabilitación del puente de hierro de Arenzana, cuya finalización se prevé en diciembre de 2023.
Osés ha destacado el "valor patrimonial y paisajístico" de esta infraestructura que es "importante para el municipio de Arenzana y para toda la Rioja". A su juicio, una vez terminen las obras, "se va a revitalizar la zona" permitiendo el uso de este puente "para los viandantes y cicloturistas". Asimismo, ha explicado que este proyecto refleja "el compromiso del Gobierno de La Rioja con los municipios y su patrimonio".
El plazo de ejecución fue ampliado tras modificar el proyecto inicial al constatarse un aumento de la extensión y profundidad de los defectos observados como consecuencia del derrumbe parcial de esta infraestructura viaria en el mes de octubre de 2020.
En concreto, durante la ejecución de las obras, tras la limpieza total de la estructura y retirada de la losa que materializaba la calzada, se verificó que los rodillos sobre los que se apoya el puente no conservaban su forma cilíndrica y que las bandejas estaban dañadas por la corrosión, degenerándose la superficie plana de rodadura.
Asimismo, se pudo comprobar que se había producido una disgregación de la cuerda inferior de la celosía, y de los elementos que confluyen en ella, sufriendo ésta una pérdida real de la capacidad portante. De igual modo, al limpiar se observaron mayores daños de corrosión de los evaluados inicialmente en los montantes extremos del puente.
La modificación del proyecto ha supuesto incrementar un 14,95 por ciento el presupuesto por el que fue adjudicado, pasando de 435.174,78 a 500.233,42 euros. Las obras, a cargo de la adjudicataria Ocisa, comenzaron en noviembre de 2022 y tenían un plazo inicial de ejecución de 6 meses, hasta que surgieron nuevos defectos.
En octubre de 2020, tras el paso de un camión cisterna, se derrumbó uno de los vanos que soportan el puente. El proyecto tiene el objetivo de restaurar el vano metálico sobreviviente, así como el resto de los elementos del puente, estribos y pila. Esta infraestructura, que fue construida sobre el río Najerilla hace casi cien años, pasó a estar fuera de servicio en el año 1993 al abrirse la variante de la carretera LR-113.
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