El Real Madrid encadenó por primera vez en toda la temporada dos derrotas seguidas y después del tropiezo liguero en Murcia por doce puntos, el más abultado hasta la fecha, acabó perdiendo por casi el doble en su visita al Mónaco en la Euroliga (98-76).
Desde el salto inicial, el partido tuvo claro color local. Los monegascos salieron más enchufados y, con sendos triples de Alpha Diallo y Yakuba Ouattara en el primer minuto y medio, golpearon primero a un desangelado Real Madrid que no pudo contar con Walter Tavares ni Sergio Llull, pero al menos recuperó a Dzanan Musa, Rudy Fernández y Gabriel Deck una vez solventados sus problemas físicos.
El Mónaco abusa de un Real Madrid irreconocible
El segundo triple de Ouattara abrió la primera brecha en el marcador (11-2, min.3) ante un rival que no anotó su primera canasta en juego hasta el cuarto minuto de un choque en el que los del Principado se mostraban mucho más acertados en ataque y lograban frenar las acometidas de un líder de la competición impreciso y que no terminaba de meterse en el partido.
El Mónaco abusa de un Real Madrid irreconocible - Foto: SEBASTIEN NOGIERMike James dirigía con acierto a sus compañeros y, con nueve asistencias en la primera parte, fue clave para el dominio de esos primeros veinte minutos, al que también contribuyeron los puntos de Jordan Loyd y Diallo. Un 15-6 en contra obligó a Chus Mateo a parar el partido por primera vez para reorganizar a sus jugadores y ajustar una defensa que no encontraba soluciones.
El acierto exterior mantenía delante al AS Mónaco ante un Real Madrid que lo intentaba pero al que no le salían las cosas. Dos canastas consecutivas de Donatas Montiejunas y un triple de James elevaron a once la ventaja del equipo de Sasa Obradovic a dos minutos del final de un primer acto que terminó con mucho margen de mejora para el vigente campeón continental, quien a esas alturas llevaba cinco pérdidas y acumulaba discretos porcentajes de tiro (33-20, min.10).
El partido se reanudó con ocho puntos consecutivos de un inspirado Sergio Rodríguez que, con dos aldabonazos desde el arco y una penetración, pareció minimizar daños. No fue así, porque la falta de fluidez en el ataque y el acierto de Jordan Loyd elevó por primera vez la brecha hasta los quince puntos ante la desesperación de Chus Mateo, que volvió a llamar a los suyos a capítulo (47-32, min.16).
La defensa blanca hacía aguas una y otra vez y su intermitencia en ataque, sin un referente claro y con más pérdidas de lo habitual -diez al descanso-, otorgó a los monegascos por primera vez veinte puntos de renta a dos minutos del final de un segundo cuarto al que se llegó con un 56-40 preocupante para los intereses del equipo español.
No parecía suficiente para un Mónaco insaciable, que encajó la canasta que abrió el fuego en la segunda parte de manos de Musa pero acto seguido anotó 11 puntos sin réplica, con James alcanzando ya las dobles figuras de asistencias y puntos cuando su equipo atesoró la mayor ventaja del enfrentamiento hasta ese instante (67-42, min.25).
Si el partido ya tenía mala pinta para los visitantes, ahí terminó ya de ponerse imposible para ellos. Las imprecisiones en ataque y el ritmo del contrario, que movía la pelota con vértigo y encontraba opciones de tiro muy cómodas por dentro y por fuera, elevaron la distancia hasta casi los 30 puntos en el tercer acto (80-54, min.30).
Impidió el orgullo del Real Madrid que el bando monegasco alcanzase las tres decenas de ventaja, pero no que la enfermería tenga que hacer hueco a otro efectivo. Fabien Causeur, con un problema en el tobillo, no pudo acabar el duelo en el que fue el peor colofón posible a una noche para olvidar en todos los sentidos.