Hace ya casi dos años que el Gobierno de La Rioja, entonces presidido por la socialista Concha Andreu, declaró Proyecto de Interés Estratégico Regional (PIER) la planta de producción de hidrógeno verde que la compañía Solarig proyecta en terrenos del polígono El Sequero, a caballo entre Agoncillo y Arrúbal. Desde entonces, ha habido trabajo callado, pero también escollos que superar para dar impulso a una iniciativa empresarial que anunció en su día una inversión total de unos 200 millones de euros en varias fases y 165 empleos, y que parecen estar a punto de solventarse para dar aire al proyecto. El escollo principal, según fuentes consultadas por El Día de La Rioja, estaba en el propio suelo y por partida doble.
La parte más urgente, dentro del proyecto global, era tramitar la construcción de una planta fotovoltaica que alimente de energía solar a las futuras instalaciones de hidrógeno, un combustible con mucho potencial de futuro, pero con un consumo energético muy elevado en sus procesos. Los terrenos elegidos para emplazar el parque fotovoltaico se encuentran en la denominada fase 1 de la ampliación del polígono de El Sequero, dentro del municipio de Arrúbal, una enorme llanada de suelo industrial de unas 50 hectáreas urbanizada hace dos décadas por la sociedad estatal de promoción de polígono Sepes, con unos 60 millones de euros de inversión. La zona, situada entre el pueblo de Arrúbal y la central eléctrica de ciclo combinado, está aquejada por la presencia de simas y se encuentra huérfana de empresas, lo que ha derivado en un estado de abandono notable y al saqueo de todo el material metálico del alumbrado y suministro eléctrico.
De acuerdo con las fuentes consultadas, la tramitación para que la empresa Solarig pueda hacerse con suelo en esa zona, que presenta muchas complicaciones para edificaciones o instalaciones industriales de gran tamaño, por la necesidad de obras de pilotaje para asentar las cimentaciones, ante la existencia de oquedades en su orografía, pero que son admisibles para un parque solar, se ha alargado en el tiempo. Un inminente acuerdo entre todas las partes implicadas en el desarrollo de este proyecto parece haberlo desatascado. La gestión urbanística también se ha saldó, hace ya tiempo, con otro acuerdo para reubicar 90.000 metros cuadrados de zona verde que la normativa establece en El Sequero a la zona de la fase 1 de la ampliación, con el fin de dar cabida a lo que será propiamente la planta de producción de hidrógeno.
El alcalde de Arrúbal, Rubén Sancho, celebra que el proyecto de Solarig pueda coger ritmo, aunque no oculta que habría preferido que la enorme cantidad de suelo sin ocupar que hay en la fase 1 de la ampliación «se hubiera llenado de empresas », con la consiguiente creación de centenares de empresas.
«Despegue» en 2025. El directivo de Solarig David Vallejo declinó detallar los términos del acuerdo con Sepes y otras instancias implicadas en el proyecto, aunque matizó que «nunca ha habido un bloqueo». Vallejo atribuye a «aspectos burocráticos» y a los tiempos de la Administración para explicar que aún no haya obras en marcha pese a la aprobación del PIER en febrero de 2023. Según dijo, 2025 será el año «del despegue» del proyecto de la planta de hidrógeno verde en El Sequero. Desde la Consejería de Economía, Innovación, Empresa y Trabajo Autónomo indicaron que «se ha trabajado con ahínco», con una «comunicación constante» con la empresa por medio de la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (ADER). Estas fuentes añadieron que se ha gestionado la autorización de los parques solares necesarios para suministrar energía verde a la futura planta.