Los gobiernos de La Rioja, País Vasco y Navarra, los territorios que integran la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja quieren ir de la mano con el sector vitivinícola para tomar medidas con las que afrontar el futuro, como la reestructuración de viñedo o las ayudas a la promoción en terceros países, y defenderán una posición común ante el Ministerio de Agricultura en estas cuestiones.
Así lo a explicado la consejera de Agricultura de La Rioja, Noemí Manzanos, en una comparecencia ante los medios junto a su homóloga del País Vasco, Amaia Barredo, y el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente de Navarra, José María Aierdi, informa Efe.
Los tres han mantenido un encuentro en la Bodega Institucional de La Grajera, en Logroño, y han abordado temas agrícolas comunes de las tres regiones fronterizas, en especial la situación del sector vitivinícola y de la DOCa Rioja.
"Nos hemos puesto a disposición del sector (del vino) para apoyarles en lo que sea necesario", ha recalcado la consejera riojana", que ha tendido la mano para que "las comisiones de trabajo en las que se analiza el futuro del vino a corto y medio plazo cuenten con los técnicos de nuestros gobiernos".
Para ella "nadie puede dudas" del apoyo que estos tres gobiernos han dado al sector del Rioja "y queremos ayudar a que las decisiones que se tomen sean pensadas y argumentadas, y entre todos podamos aportar soluciones correctas".
Mayor peso del Rioja en el reparto de ayudas
Ha concretado que los tres gobiernos han decidido llevar una postura común a la Sectorial del Vino para reclamas un cambio en la forma de cálculo de los fondos a recibir "porque la fórmula actual es de 2012 y creemos que ha pasado el tiempo suficiente para que se modifiquen esos criterios y que el Rioja tenga más peso en el reparto por su calidad y valor añadido".
Creen además, los tres gobiernos, que es necesario modificar la normativa de promoción en terceros países "por las cargas burocráticas que conllevan las ayudas, que hacen que haya bodegas que dejen de solicitarlas y pierdan esa oportunidad que puede ayudar a que comercialización del Rioja a nivel mundial".
Por último, ha explicado la consejera riojana "vamos a solicitar también que se comience a estudiar la medida de reestructuración" de viñedo "para que se implementen modificaciones que puedan servir más a nuestro sector a adaptarse a las a las nuevas circunstancias".
Ha aclarado, a preguntas de los periodistas, que la reestructuración de viñedo no tiene porqué suponer exclusivamente su arranque, "porque puede ser también una nueva plantación o un reinjertado" pero "lo que se trata ahora es de poner en común la información que tenemos, dar una herramienta más para que las soluciones, sea la regulación de la masa vegetal u otras, se hagan desde un análisis certero y objetivo y se mantengan en el tiempo".
Plantear medidas proactivas al sector
La consejera vasca, Amaia Barredo, ha coincidido en que "es incuestionable el apoyo que se ha dado desde las tres comunidades autónomas a un sector que es muy relevante también en Euskadi y, sobre todo para el territorio histórico de Álava y para la comarca de Rioja Alavesa.
Ha concretado que desde el Ejecutivo vasco se han aportado 25 millones de euros en los dos últimos años al sector del vino para ayudas "y medidas extraordinarias" y "ahora queremos colaborar para cambiar, de alguna manera, de medidas reactivas a otras proactivas, que nos ayuden en la transición que pide el mercado con una hoja de ruta consensuada".
Para ella, el del vino es "un sector maduro y estructurado, que puede hacer perfectamente los deberes no solo en cuanto al consumo "al que hay que animar a la ciudadanía" sino también en aspectos como relevo generacional o el cambio climático.
Respecto a posibles arranques de viñedo "es algo que ni contemplamos, ni dejamos de contemplar" porque "lo que queremos es una relación directa con el sector y sentarnos con ellos en busca de medidas futuro".
No se puede actuar solo año a año
El consejero navarro, José María Aierdi, ha coincidido en para el vino "hay que adoptar medidas coyunturales, pero también estructurales" porque "lo cierto es que a nivel mundial se ha producido una disminución de consumo de vino y esa situación exige actuar" y "no podemos tomar decisiones año a año, sin una perspectiva de futuro".
Es perspectiva, ha continuado, "requiere un compromiso de las administraciones, que hoy hemos tomado, pero hay que trabajar de forma coordinada con el sector" que es "el que produce y vende vino" aunque " algunas cuestiones requieren también de la voluntad del Ministerio y de la Unión Europea".