«Me encuentro como en casa, la gente, los compañeros...». Álvaro Martínez Estecha no puede estar más satisfecho del trabajo que desarrolla en al centro especial de empleo de Aspace, en cuya recepción trabaja desde 2006. Sus funciones son variadas, desde atender llamadas y llevar documentos a la Consejería, fotocopiar documentos o reponer material de oficina, además de realizar algunas gestiones bancarias.
Álvaro, que tiene 47 años, ingresó en 1997 en el centro ocupacional de Aspace y desde 2002 a 2006 trabajó en el punto de información de los autobuses urbanos de Logroño, que se ubicaba entonces en las inmediaciones de la Estatua del Labrador. Tras esta experiencia, comenzó a desempeñar su actual responsabilidad, que ejerce a jornada completa.
Con horario de verano, «tenemos la tarde libre para poder disfrutar de la piscina», reconoce que, aunque en tiempos recientes las ofertas laborales para personas con discapacidad han aumentado, todavía «las cosas van un poco lentas».
Reflexiona que parte del trabajo ya se ha hecho, pero todavía queda un largo camino por recorrer para la total integración del colectivo en el mercado laboral porque se encuentran con trabas en algunas empresas. «Si te ven en una silla de ruedas igual es más difícil que te contraten», razona el trabajador de Aspace, que cuenta que a compañeros «muy válidos», que sufren, al igual que él, discapacidad intelectual, no se les reconoce su auténtica valía.
Álvaro defiende la formación «y preparase para un futuro laboral» y destaca la relevancia del empleo para la autonomía personal y reforzar la autoestima. «Sentir que tú solo puedes hacer las cosas ayuda a obtener mayor autonomía», opina este trabajador, que cuida también otras facetas, como el asociacionismo y el trabajo grupal. Pertenece a la red de ciudadanía de Aspace para que personas con discapacidad puedan empoderarse y tener mayor capacidad de decisión. Relata que han abordado varios temas y ahora trabajan la autoayuda y, al menos dos veces al año, comparten sus conclusiones con compañeros de Aspace de Huesa, Zaragoza y Navarra. Además, desde 2017, es miembro del Consejo municipal de la discapacidad, donde abordan asuntos que el Ayuntamiento de Logroño puede mejorar en el ámbito de la discapacidad, un foro que considera que funciona «bastante bien».