La Rioja lidera la ocupación de personas con discapacidad

Feli Agustín
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Es la segunda, después de Madrid, con mayor tasa. El CERMI avisa que es menor que la general, y el paro es más elevado

Un chico con síndrome de down, trabajando en Vodafone (archivo). - Foto: Ingrid

El Ministerio de Derechos Sociales  reconoce que las personas con discapacidad, especialmente las que presentan un grado severo, padecen altos niveles de paro. A efectos de las políticas de empleo, se consideran personas con discapacidad a las que tienen reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33%. En 2022, eran 3.268.000 los ciudadanos mayores de 16 años los que en nuestro país contaban con un certificado de discapacidad, un 10,1%, de los que riojanos eran 20.000, el 9%, más de un punto por debajo de la media nacional.

Así figura en el último informe   sobre la Vida laboral de las personas con discapacidad, que constata que La Rioja presenta la segunda tasa más elevada de integración en el mercado laboral de las personas de este colectivo, que ascendía al 13,4% en 2022, solo por detrás de Madrid, con el 16,7% y por delante de la media del país, que se situaba en el 10,8%. Este última estudio completa el también publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el pasado diciembre, que apuntaba que la tasa de actividad -trabajadores y parados- era la más destacada del país, del 44,5%, adelantando a Madrid, del 43,1%, prácticamente con el mismo nivel que el País Vasco, 43,2. Los afiliados riojanos en alta con discapacidad experimentaron un incremento de 300 personas (12,5%), por debajo de los cotizantes sin discapacidad, que aumentaron  en 17.200 (un 15,3%). 

Álvaro Azofra, técnico de CERMI, Comité español de representantes de personas con discapacidad, valora el aumento paulatino -alrededor del 50% en una década- del empleo entre personas con discapacidad, un crecimiento que contrapone a otras cifras no tan alentadoras, como el hecho de que su tasa de actividad es inferior al índice general, mientras el porcentaje de desempleo -en nuestro país el último dato conocido lo eleva al 21,4%-, es el doble que el de las personas sin discapacidad. Apunta que, además de en el sector público, son trabajos del ámbito de servicios,  hostelería, comercio minorista o limpieza, «los menos cualificados», donde encuentran sus principales ocupaciones.

«Estigma». «Es un colectivo que tiene problemas para encontrar trabajo», concluye Azofra, que argumenta que, históricamente, son las personas con discapacidad física las que encuentran menos dificultades para insertarse en el mercado laboral. Señala que son aquellas que sufren problemas de salud mental y psicosocial las que más trabas deben superar para encontrar empleo, debido al «estigma» que les rodea. Informa de la existencia de empresas especializadas en la inserción laboral de personas con discapacidad, como Inserta empleo, ligada a la ONCE, o las propias asociaciones vinculadas a la discapacidad, incluido el CERMI, que ofrecen programas específicos y centros de empleo para lograr la incorporación de este colectivo, de mayor vulnerabilidad. 

Azofra entiende que la hoja de ruta más adecuada sería el comienzo de la vida laboral en un centro ocupacional como trampolín hacia  un centro especial de empleo o un puesto de trabajo ordinario, que sería el destino más deseable. Recuerda que las administraciones reservan un 7% de las ofertas de empleo para este grupo, aunque desde el CERMI La Rioja no solo apelan a que se cumpla esta tasa, sino que reivindican que ese porcentaje podría ampliarse hasta un 10%. Considera, no obstante, que se han producido importantes avances gracias al movimiento asociativo de la discapacidad, y destaca que es fundamental la formación continua y la especialización.