El Ayuntamiento de Barcelona ha sido el primero en anunciar que eliminará los pisos turísticos -por lo que se enfrentará a una batalla legal-, afrontando un asunto urbanístico que genera gran polémica en nuestro país y que Sumar pretende minimizar con una proposición no de ley para gravarlos con un IVAdel 25%. Con la mitad de los alojamientos riojanos concentrados en Logroño, son numerosas las comunidades de vecinos de la capital que están dando los primeros pasos para ponerles coto.
Así lo indica Luis Miguel García Rodríguez, presidente del Colegio de Administradores de Fincas, que recuerda que solo pueden instalarse en las primeras plantas y en los bajos, lo que no impide que «todos los fines de semana» cientos de ciudadanos -737 de estos pisos se ubican en Logroño- asistan al paso de diferentes personas por las zonas comunes del edificio, que generan molestias, ruidos, suciedad e incluso actos vandálicos. «Lo sufren los vecinos, que nos comunican sus quejas, y la tendencia es a no permitir pisos turísticos», relata García Rodríguez, que informa de que las comunidades están transmitiendo al administrador su interés en prohibirlos.
Explica que para ello es necesario modificar los estatutos, lo que obliga a echar mano del notario e inscribir los nuevos estatutos en el Registro de la Propiedad, un documento oficial que se haga pública y que supone «gastarte un dinero».
«Es necesario para si, en un futuro se vende el piso, el nuevo propietario conozca que no podrá tener un uso turístico», apunta.
Según reflexiona, la manera más adecuada de garantizar la convivencia saludable es que este tipo de alojamientos dispongan de una entrada independiente del resto del edificio «o que se concentren en un único inmueble», una tendencia cada vez más habitual en Logroño. Apela también a intensificar los controles para detectar y clausurar pisos ilegales, «de los que parece que hay bastantes»;al respecto, el Gobierno de La Rioja ha informado a Efe que mantiene el refuerzo de las inspecciones a las viviendas de uso turístico, que se han concretado en 39 desde 2023, periodo en el que se han iniciado dos expedientes sancionadores.
Actividad económica. El presidente del Colegio de Administradores de Fincas, constata que el número de pisos de uso turístico no deja de crecer también en La Rioja -afirmación que ratifican las cifras oficiales- debido a que generan mayor rentabilidad que los alquileres de mayor duración.
«No hay que olvidar que se trata de una actividad económica pura y dura que se desarrolla en zonas residenciales», destaca el administrador de fincas, que exige que se declare como tal.
Insiste en que para proceder a su futura instalación es necesario cambiar los estatutos de la comunidad. Al respecto, García Rodríguez lamenta el alto coste que supone la inscripción de los nuevos en el Registro de la Propiedad, a los que cada vecino debe hacer frente en función de la superficie de su vivienda, a lo que hay que añadir el coste notarial, cuantía que puede detraer a muchos ciudadanos de llevarlo a cabo. El presidente de los administradores recuerda, además, que no se podrá clausurar un piso que ya está en funcionamiento y reitera que los alrededor de 80 profesionales riojanos tienen como misión velar por los intereses de los residentes «y no los de una actividad económica.
En La Rioja están inscritas 1.566 viviendas, de las que 737 se ubican en Logroño, lo que supone en 47 % del total; mientras que 829, el 53 %, se encuentran en el resto de localidades. Con datos del pasado 28 de junio, recogido de por Efe, tras Logroño, los municipios donde más pisos turísticos hay son Haro, con 123; Ezcaray, con 95; Santo Domingo de la Calzada, con 29; Nájera, con 23; y Calahorra, con 19. En todos ellos se ha incrementado el número de viviendas turísticas, dado que, a finales de 2023, en Logroño se contabilizan 682; en Haro, 100; en Ezcaray, 82; en Santo Domingo de la Calzada, 23; en Nájera, 19; y en Calahorra, 18.