La que durante años ha sido considerada como una educación menos prestigiosa o para los alumnos con menor rendimiento educativo, en la actualidad se ha convertido en un pase prácticamente directo y garantizado hacia la inserción laboral, y más en La Rioja.
Más de la mitad de los alumnos riojanos de formación profesional se encuentran empleados después del primer año tras la finalización de sus estudios. Se coloca así como la tasa más alta en España, concretamente con un 51%. Por detrás se encuentra Cataluña en segundo lugar con un 50,5%, Navarra con un 49,4%, País Vasco con 47,3%, y Murci, con el 46,3%, mientras que la media nacional se encuentra en un 41,9%, según los datos de la Estadística de Inserción Laboral de los Graduados en Enseñanzas de Formación Profesional, publicada por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deporte.
La modalidad de formación profesional dual dispara aún más la empleabilidad, alcanzando La Rioja el 84,6% de tasa de empleo después de los tres años a la obtención del título, una cifra que vuelve a posicionar a La Rioja como la comunidad con mayor empleabilidad también en esta modalidad. Por su parte, la empleabilidad en formación profesional no dual después de los años baja al 67,4%. Aunque notablemente más baja que la de la formación dual, sigue siendo una tasa elevada, por encima de la media nacional, y en la que La Rioja también destaca como primera en el ranking.
Titulados. Aunque durante años la formación profesional ha estado castigada con una carga ilógica de estigma, el patrón comienza a romperse y cada vez son más los que, cuando piensan en su futuro laboral, esta modalidad educativa se les viene a la cabeza, y ya no como última opción, si no como una prometedora vía profesional.
Así lo han demostrado los datos trasladados desde la consejería de Educación relativos a los últimos tres cursos académicos, con un total de 2.296 alumnos titulados en FP durante el curso 2022-2023, son 173 más que los del curso 2021-2022 (2.123), y 55 menos que en el 2020-2021 (2.351).
Una caída que el director general de Formación Profesional, Daniel Marín, atribuye a la pandemia. «Son años peculiares, y en unos grados hubo efectos positivos y en otros negativos». Entre los positivos destacan los grados sanitarios, como Auxiliar de Enfermería, que, informa Marín, «no había alumnos para cubrir la demanda, en cambio otro ciclos se vieron afectados negativamente por la situación de su tejido empresarial en pandemia».
Los grados de Soldadura, Mecatrónica y Sistemas Informáticos son los más demandados actualmente en La Rioja, según informa el director general.