Los operarios trabajan ya en la eliminación de las inscripciones franquistas en la fachada sur de la concatedral de La Redonda y en la iglesia de Santa María de Palacio. La Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño ha informado de que estas actuaciones se llevan a cabo en en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática.
En una nota, la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño ha detallado que estos trabajos se acordaron por el Consejo Superior del Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico de La Rioja en febrero pasado.
La Diócesis ha actuado en 13 de los edificios afectados por la Ley y ha esperado contar con los permisos pertinentes, por parte de las diferentes administraciones, para dar por finalizada con estas intervenciones las actuaciones requeridas.
En el muro sur de la concatedral y en la iglesia se colocará masilla para eliminar las inscripciones, de modo que se aplicará un mortero transpirable a base de cal compatible con el material de soporte, sin realizar picado que dañe la piedra.
Esta actuación se realizará bajo dirección de técnico competente dado que se afecta a fachadas de Bienes de interés Cultural y edificios catalogados.
Por otra parte, en relación a la inscripción franquista existente en la fachada de la torre norte de la concatedral de Santa María de La Redonda, el Consejo de Patrimonio ya rechazó en tres ocasiones -en 2010 y 2011- la propuesta técnica de rellenar solo las letras con masilla.
Esta inscripción, de gran tamaño, ocupa aproximadamente una superficie de unos 4 metros de longitud por 1,5 metros de anchura y contiene 8 líneas de texto bordeadas por dos líneas decorativas.
Debido a la "singularidad y tipología" de esta inscripción, el Consejo consideró que esta actuación no ofrecía garantías sobre su "mimetización y durabilidad", con el riesgo de que el efecto conseguido fuese el contrario al que se pretendía.
Con posterioridad, la intervención en otro templo con dicha técnica ha demostrado que esta actuación no solo no consigue alterar el texto, sino que mejora su legibilidad, ha precisado la Diócesis.
Para este caso se analizan varias posibilidades, como aplicar la misma solución que para las otras 13 inscripciones, aunque "preocupa la incidencia visual que pueda tener el resultado dado su gran tamaño".
Tampoco parece adecuada la opción de labrar la piedra para romper las inscripciones o bien ocultarlas con una placa de piedra, ya que supondría emplazar una pieza, con conexiones metálicas o producto adhesivos.
Esta placa, de unos 6 metros cuadrados y un espesor mínimo de al menos 3 centímetros, provocaría "un efecto inadecuado" en el monumento.
También se ha rechazado colocar al menos 16 placas independientes, cajear las caras vistas de todos los sillares afectados o incluso aplacar dicha superficie cajeada con placas independientes, por la gran afección al monumento.
Por ello, la Diócesis ha optado por colocar una mención orientada a la reinterpretación de este elemento conforme a la memoria democrática, que ha sido aprobado por el Consejo.
Esta propuesta permitirá la limpieza integral de la fachada, retirando las pintadas que "precisamente localizan y llaman la atención sobre la existencia de la inscripción", y ubicar una placa explicativa al pie de la misma, colocada de forma centrada en uno de los sillares.
La placa estará adherida sin anclajes y sin superar unas dimensiones aproximadas de 24 por 24 centímetros, ya que se considera la propuesta menos lesiva para el monumento y permitirá cumplir lo dispuesto en la Ley de Memoria Democrática.