A falta de conocer los datos de diciembre -Agoncillo volvió a sacar el campo de fútbol por un millón- La Rioja registró el año pasado una importante subida en la licitación de obra pública, que ascendió a 198,5 millones entre el Estado, la comunidad y los 174 ayuntamientos, un incremento del 56,7% y el segundo mayor del país, después de Cantabria, donde ha superado el 100%.
Este crecimiento hay que atribuírselo principalmente al Estado, puesto que la comunidad autónoma ha recortado las licitaciones casi a la mitad -un 47,15%- y se ha quedado en 32,4 millones frente a los 61,3 millones de los once primeros meses de 2022.
De acuerdo con los datos que ofrece la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan), patronal del sector, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) registra el ascenso de mayor envergadura, de cerca del 10.000%, al pasar de los 157.000 euros a los cerca de 15,9 millones entre enero y noviembre del año pasado, lo que supone un 3,6% del global nacional licitado por las confederaciones hidrográficas.
Con datos hasta octubre -que son los últimos que ofrecen los ministerios de Transportes y movilidad sostenible y Vivienda y agenda urbana y periodo hasta el que salieron a contratación actuaciones por 185 millones-, el Estado había licitado 99 millones, gracias a la discutida variante de Rincón de Soto, por 61,5 millones, que fue adjudicada en octubre -aunque su publicación en el BOEse produjo en diciembre- por 58,7 millones, y a actuaciones en carreteras. Por lo que se refiere a los ayuntamientos riojanos habían lanzado intervenciones por 57,6 millones, con un notable crecimiento del 27,5%.
Disgregando las licitaciones por meses -también hasta octubre- fue mayo el que asistió a la mayor cifra, en total 87,7 millones de euros, gracias a la variante de Rincón. Durante ese mes, se licitaron otros 18 millones en actuaciones de obra civil y hay que remontarse a enero de 2019, con la ronda sur de Logroño, para encontrar un mes con mayor volumen de salida a contratación, 154,2, que solo había sido superior en julio de 2009 -158,5 millones-.
El 0,8%. Este volumen licitador supone el 0,8% del total de los 25.310 millones de euros que salieron a contratación en los once primeros meses del año, que representan un 1,9% más que los 24.840 millones del mismo periodo de 2022, y es el más bajo de entre todas las comunidades autónomas y la mitad que el de Navarra.
A este respecto, Juan Ramón Liébana, secretario de la Asociación de Empresarios de la Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR), reconoce que se mantiene acorde con el peso del PIB riojano en el conjunto nacional, circunstancia que implica «un desequilibrio», que con el paso de los años «se nota más» respecto a las comunidades vecinas, donde las inversiones en infraestructura alcanzan un mayor dimensión, «especialmente en el País Vasco y Navarra».
Liébana argumenta que esta tendencia, sostenida en el tiempo profundiza las diferencias entre regiones, una circunstancia que contribuye a alimentar un impacto «muy negativo» en la competitividad de las empresa y «la calidad de vida de los ciudadanos».