«Mi flor preferida es el iris, por eso nos llamamos así»

El Día
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Al frente de Floristería Iris, Mila San Miguel lleva más de treinta años en una profesión que alegra el día a día aunque el arte floral también esté asociado a las noticias luctuosas

Mila San Miguel es la responsable de Floristería Iris, que abrió sus puertas en 1988. - Foto: Óscar Solorzano

Antes de trasladarse a Vara de Rey, ayudó a sus padres en la tercera planta del Mercado de San Blas y El Corregidor pero en 1988 abrió las puertas de Iris, negocio florista que tres décadas después sigue en pie con Mila San Miguel (Logroño, 1964) detrás del mostrador. El oficio de florista («solo el carnicero me llama florera», se ríe) le viene de serie porque «mi madre comenzó a plantar flores y no tardó en darse cuenta que daba más rendimiento que la huerta» aunque por si acaso se formó en Madrid en la Escuela Española de Arte Floral. Ahí aprendió «el cuidado de las flores y a hacer arreglos florales». También la taxonomía de un reino, el vegetal, que nos alegra el día a día aunque una parte fundamental de su trabajo esté ligada a los fallecimientos. «Ahora por fortuna también se regalan flores por los nacimientos pero ha habido épocas en las que solo íbamos al hospital por noticias luctuosas», lamenta.

Las flores no pasan de moda (y si lo hacen resurgen con el tiempo) aunque sí que es cierto que los riojanos hemos dado la espalda al arte floral. Asomándose a una de las arterias principales de la capital, reconoce que «no se ven balcones bonitos, porque da mucho trabajo». El geranio, el rey de los miradores, está siendo atacado «por una mariposa». «En Laguna de Cameros trabajan mucho los balcones», completa.

Su oficio tiene tres períodos álgidos:«El Día de los Enamorados, mayo, por el Día de la Madre, y Todos los Santos». Más allá de estas fechas señaladas, el negocio se mantiene sin altibajos. Al contrario que otros sectores, el precio de la materia prima no ha subido y eso que los mercados de abastecimiento se encuentran «en Países Bajos, Colombia y, desde hace poco, en Sudáfrica». 

La flor nacional por antonomasia es el «clavel», pero su preferida es el «iris, por eso nos llamamos así». Su brote azul es de una intensidad «única». Pero para aroma penetrante el del «jacinto, la flor que más huele». La que mejor, aunque esto va en gustos, «el lilium» prima hermana de azucenas y lirios.