"En 30 años La Vieja Bodega ha superado muchos malos momentos"

David Hernando Rioja
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La Vieja Bodega cumple 30 años este 2024. Van a celebrar 40 actividades para conmemorar este aniversario

El dueño de La Vieja Bodega, Ángel Pérez, en uno de sus comedores - Foto: Óscar Solorzano

En 1994 nació la Vieja Bodega y 30 años después sigue en pie y con más fuerza que nunca para seguir dando servicio a todas las personas de La Rioja, España y de fuera del país que quieran acercarse.

Su dueño, Ángel Pérez, reconoce que no ha sido fácil llegar hasta este punto porque «hemos tenido momentos muy duros, sobre todo la crisis económica del 2008 al 2014, la pandemia de la Covid-19 y el incendio del 2001 que acabó con un edificio de 500 metros cuadrados en la absoluta ruina».

Explica que la crisis económica y el incendio fueron dos lecciones de vida ante las adversidades, por lo que «cuando llegó la pandemia, todos esos problemas nos sirvieron de aprendizaje y de escuela para superar ese mal capítulo de la vida muy fácilmente».

«Teníamos la experiencia previa para solventarlo y fue casi un paseo porque no sufrimos mucho. Sabíamos lo que teníamos que hacer porque ya habíamos vivido dos duras crisis previas», asegura. 

Pérez explica que empezar un negocio en hostelería y que tenga una mediana solidez requiere unos cinco o siete años, y si se suman todas las crisis que ha vivido este restaurante, «la Vieja Bodega ha estado casi 15 años en crisis pero hemos sabido superarlas y ahora somos muy sólidos».

Indica que el secreto de esa solidez es la flexibilidad en cuanto al cliente y a la oferta. «El cliente que tenemos viene de todos los sitios, pero básicamente de La Rioja y del País Vasco. Otras personas vienen de otras muchas zonas de España y de fuera de ella», señala.

La marca y la fama, destaca, dan esa tranquilidad de que «puedes tener un día entre semana un poco flojo pero dos días después tenemos un día muy potente». «Esto permite que la media nos dé perfecta para los números que necesitamos», asegura.

Otro aspecto importante, añade, es que «ofrecemos una oferta muy variada» para todo tipo de cliente. «Unos tienen un rango económico menor y se les ofrece un menú cerrado tradicional riojano cerrado, y otros tienen un rango económico mayor», detalla.

Subraya que la Vieja Bodega intenta que el cliente acuda por muchas razones, entre las que se encuentran la comida tradicional, la cocina moderna y una carta de vinos «de cine» con más de 650 opciones. Otro motivo es que se puede pasar un rato de sobremesa en la terraza o el jardín.

La clave del éxito, destaca, es ofrecer muchas cosas y tener un tipo de cliente muy amplio. «Desde el 1994 tenía muy claro que estando en un pueblo tan pequeño como Casalarreina, había que ofrecer muchas más cosas o si no era muy complicado», afirma.

Ángel Pérez cuenta que este 30 aniversario lo van a celebrar por todo lo alto. Empezaron en abril y terminarán en octubre con diferentes eventos aunque «habrá pequeñas pildoritas hasta abril del año que viene. Se harán unas 40 actividades».

Algunas de estas actividades son catas, conciertos, presentaciones de libros y vinos, y exposiciones de pintura. «Se busca conseguir una conexión entre gastronomía, vino y cultura», indica.

Un elemento clave será la amistad, ya que «todas las personas que van a participar son amigos o han trabajado aquí», apunta. También recuperarán 20 platos históricos, como la ensalada de lecherillas, el pastel de puerros, el solomillo con salsas de fresas o  el magret de pato con salsa de naranja.