Empatía, comunicación, habilidades sociales, creatividad, inteligencia emocional, capacidad de aprendizaje, pensamiento analítico o adaptación al cambio, las conocidas como habilidades blandas engrandecen el valor de los profesionales y son de manera exponencialmente creciente cada vez más demandadas por los empleadores.
Para responder a estas exigencias del mercado, y reforzar las posibilidades de inserción laboral de los titulados de la Universidad de La Rioja, «para las que trabajamos mucho», la UR tiene en marcha el programa Profesional del FutURo, herramienta para que, desde el primer año de estudio, los alumnos complementen su formación con la adquisición de las competencias transversales más demandadas por el mercado laboral.
«Utilizamos un test de inteligencia artificial;los alumnos escriben un texto de mil palabras y, conforme a lo que han escrito, se les valoran sus competencias transversales, como trabajo en equipo, empatía o creatividad», explica Marian Martínez Calvo, vicerrectora de Estudiantes, que explica que de acuerdo a los resultados de la evaluación se les ofrece a los estudiantes un itinerario personalizado para que trabajen las habilidades de mayor debilidad. «Arrancamos en primero con módulos sobre la planificación del tiempo y habilidades de comunicación o resiliencia», informa la vicerrectora, que apunta que seguirán potenciando este programa el próximo curso.
De igual manera, fomentarán la capacidad emprendedora en los estudiantes que muestran esta orientación y avanza que es su voluntad repetir un programa desarrollado con buenos resultados el curso pasado sobre emprendimiento en el medio rural. «En una comunidad como la nuestra contar con buenos emprendedores y grandes profesionales es lo que nos hace destacar», razona.