Podría parecer una película del absurdo, si no fuera por las consecuencias que acarrean. Los recurrentes errores de camioneros de rutas internacionales que acaban atrapados en carreteras secundarias o caminos de montaña de Rioja Alta no cesan. Ayer mismo, otro de estos chóferes 'engañados' por el navegador GPS acabó derribando parte de un balcón de una casona del centro de San Millán de la Cogolla y con el tráiler convertido en un amasijo de hierros al incendiarse tras el impacto. Ocurría un mes después de que otro camión quedase atascado en una pista en la zona de Ezcaray.
Si en incidencias anteriores, el despiste de los chóferes acabó con camiones varados en pasos imposibles, el suceso de ayer fue espectacular y pudo haber resultado dramático. Todo parece indicar que el camionero, un vecino de Jaén de origen peruano y 62 años de edad, que transportaba un cargamento de naranjas de Valencia a La Junquera (Gerona), equivocó la ruta y se desvió 600 kilómetros hasta San Millán de la Cogolla, cuando creía dirigirse a una gasolinera gerundense. Como en el caso ocurrido hace un mes, todo apunta a que un error al introducir las coordenadas GPS en el navegador dirigió al conductor tan lejos de su destino.
Para colmo de males, el chófer no vio las señales colocadas en la carretera de acceso a San Millán, escritas en varios idiomas, que advierten a los camioneros que van por ruta equivocada, y se adentró por una estrecha calle del centro del pueblo. A pasar junto a una casona, la parte superior del tráiler colisionó con un balcón y rompió el cableado eléctrico de la travesía.
Al parecer, el contacto de los cables con un pequeño motor que el camión llevaba en su parte superior provocó fuego e incendió el vehículo. El camionero continuó ruta hacia la pequeña pedanía de Lugar del Río, distante 2,5 kilómetros de San Millán, tal vez sin darse cuenta inicialmente de que el vehículo iba en llamas.
Al percatarse del incendio, abandonó el tráiler en la carretera, donde el fuego lo dejó reducido a un manojo de hierros quemados y casi toda la carga de naranjas calcinada o desparramada por el camino. De hecho, el conductor se alejó del lugar hasta que fue localizado por agentes de la Guardia Civil, que habían iniciado su búsqueda para aclarar lo ocurrido.
Una vez encontrado, en el paraje Eméndula, el hombre dio negativo en las pruebas de consumo de alcohol y drogas. Fuentes consultadas indicaron que no ha sido detenido ni pesa contra él ninguna acusación delictiva, dado que el hecho se considera un accidente.
No vio la señal. Sí será sancionado por no haber respetado la señalización que prohíbe el paso de ese tipo de vehículos hacia San Millán. La Guardia Civil ha abierto también diligencias ante los daños causados en el balcón y en el cableado del alumbrado público.
La sorpresa fue mayúscula entre los vecinos de la zona, que se encontraron con una carga de miles de kilos de naranjas desperdigadas a lo largo de medio kilómetro de la carretera LR-422 y el camión totalmente envuelto en llamas.
Los servicios de emergencia tuvieron que cortar la calzada para acceder al lugar del fuego. En el suceso intervinieron patrullas de la Guardia Civil de Cenicero, Ezcaray y de Tráfico; dotaciones de Bomberos de Haro y Nájera; un retén y un agente forestal; y también acudió, en preventivo, una ambulancia.
El error de los camioneros, muchos de ellos procedentes del este y norte de Europa, al buscar en tierras riojanas una gasolinera catalana se ha cebado en los últimos años con las zonas de Ezcaray y San Millán. El pasado 21 de noviembre un conductor ucraniano que también se dirigía hacia La Junquera acabó atascado con su tráiler en una pista forestal en medio de un hayedo de la aldea ezcarayense de Turza. En esa comarca, son ya 14 los casos de camiones atrapados y otros cuantos que lograron dar la vuelta antes de caer en la 'ratonera'.
El alcalde de Ezcaray, Diego Bengoa, anunció entonces conversaciones con el Gobierno riojano para ver la posibilidad de instalar arcos de control de gálibo en la zona.