MIles de jóvenes de todo el país andan estos días ocupados enviando sus solicitudes a las universidades españolas con la esperanza de que la nota obtenida en la EBAU les garantice el acceso a la carrera deseada. La Universidad de La Rioja (UR) tiene abierto hasta el 1 de julio el periodo de preinscripción para los 19 grados y dos dobles grado y las cosas marchan, según cuenta Marian Martínez Calvo, vicerrectora de Estudiantes y Extensión Universitaria, que consulta los datos con frecuencia, con muy buen ritmo. «Estudiar en la universidad es una garantía de formación», reflexiona la profesora, que destaca que a mayor preparación, menor tasa de paro.
Y el estudio Las universidades españolas. Una perspectiva autonómica 2024, publicado la pasada semana por la Fundación CYD, auspiciada por el Banco de Santander, le da la razón a la vicerrectora, y constata que los titulados riojanos registraban en 2022 los indicadores más elevados de inserción laboral, con el 87,5%, frente al 82,9% de cinco años antes, justo por delante de Navarra y Cataluña, que había liderado el ránking en 2017. De la misma manera, la tasa de paro entre los graduados de la región es, junto a los de la comunidad foral, la más baja del país, del 4,2%, la mitad que cinco años antes, 8,3%. Por sexos, la tasa de empleo es algo mayor entre los varones, 88,7, la tercera más alta del país; frente al 86,4% de las mujeres, la mayor de España. Por lo que se refiere al desempleo, los chicos, con el 3,7%, anotan la más baja del Estado, mientras que el 4,7% de las chicas es solo una décima superior a Navarra, cerrando el ránking general.
El estudio de CYD resalta también que en 2022, cuatro años después de graduarse, los titulados en ciencias figuraban entre los cinco primeros del país en contratación indefinida, trabajo a tiempo completo, con el 87,9% y retribuciones, con el sueldo bruto más alto, de 30.537 euros, frente a poco más de 26.000 en España.
Entre los aspectos que destaca el informe figura que la menor sobrecualificación corresponde a salud, y el 91% se ajusta a su titulación, que son también los que presentan la mayor base anual de retribución de todos los graduados, con 31.809 euros, cuatro años después de dejar la facultad.
De acuerdo a datos de 2020, la vicerrectora valora el elevado grado de afiliación en artes y humanidades que, sin incluir ciencias de la educación, presenta una de las tasas de inserción más elevadas del país. «Creo que tenemos unos grados sólidos de artes y humanidades, lengua y literatura hispánica, que para algo somos la cuna del castellano», presume, a la vez que menciona informática, con tasa de inserción que supera el 90%, similar a la de ingeniería que es, además, la titulación que, con un 83,7%, presenta el mayor porcentaje de trabajadores a tiempo completo yexperimenta una gran demanda a la que apenas puede dar respuesta la UR.
«Me consta que nuestros alumnos son excelentes profesionales», resalta Martínez Calvo, profesora, además, de la facultad de Ingeniería, que confiesa su satisfacción por los resultados.