Una Sociedad Deportiva Logroñés de dos caras se encomendó a un ejercicio de escapismo con Toni García como estandarte y salió del campo turolense de Pinilla con los tres puntos bajo el brazo. Después de una floja primera mitad, el atacante de Écija asumió galones, marcó el primero, provocó una expulsión y lideró a los blanquirrojos a conseguir una nueva victoria que se le pudo escapar en el tramo final, pero que Iru bajo palos y Luzzi, con el segundo tanto, permitieron a la SD Logroñés reponerse de su mala primera mitad y conseguir el preciado botín de la victoria.
Andrés García, que no podía repetir la alineación de las últimas jornadas debido a las bajas de Jaime Paredes por sanción (acumulación de tarjetas) y de Manny por lesión, tenía que solucionar el problema del casi huérfano el lateral izquierdo, espacio que quedó finalmente ocupado por Ezkurdia. La zaga la completaron Murua, Trespalacios y Gexan, que ejerció como capitán, junto a Iru bajo palos. La medular, muy poblada, estuvo compuesta por el doble pivote de Jannick y Castellano, acompañados de Cova por banda diestra, Jaráiz en la contraria y Toni García como media punta para conectar con el pichichi Escobar.
La primera parte terminó sin goles… y menos mal para los intereses blanquirrojos. Desde el principio del partido, el Teruel optó por salir con su característico planteamiento local de juego directo, hecho que, unido a la necesidad de conseguir puntos del que empezó la jornada como colista del Grupo I de Primera RFEF (a causa de la victoria del Sabadell el sábado) provocó que la primera llegada con peligro llegara apenas cinco minutos después del pitido inicial. Era una bala de fogueo, porque la madera repelió el disparo de Borja Martínez. Llegó una tímida réplica de la SD Logroñés minutos después a través de un saque de esquina, pero con un remato que salió alto.
La mayoría de ocasiones durante el primer acto tuvieron un color. Y ese fue el rojo, sin blanco. Tuvo hasta tres acercamientos claros el equipo local, aunque todos finalizaron dirigidos o bien fuera de la portería, como los dos remates de Romero a centro de Borja Martínez por banda izquierda, o bien con la respuesta de Iru, como la parada que realizó al disparo de falta directa de Aparicio. En el ecuador de la primera mitad, perdonó López Jiménez un penalti (de infantil) de Ezkurdia sobre Romero (al igual que la segunda amarilla al defensa vasco en la segunda mitad) y la igualdad se mantuvo sobre el terreno de juego. Pudieron adelantarse los blanquirrojos (ayer de verde) con un balón que le llegó suelto a Escobar dentro del área pero que fue desviado por el propio Murúa cuando este iba en dirección al 0-1. Así se llegó al descanso.
Tras la reanudación, llegó la conexión entre magos. Escobar, en tres cuartos de campo, filtró a un Toni García que rompió completamente la línea defensiva turolense y, sin caer en fuera de juego, superó a Taliby con un disparo raso para poner el primero de los visitantes. El mismo protagonista del tanto volvió a hacer de las suyas para, con su experiencia, aprovechar un error de Facu García tres minutos después y provocar la segunda amarilla del centrocampista local, que dejaba a su equipo con diez hombres sobre el verde.
Eso hizo que, desde ese instante, la SD Logroñés se encontrara algo más cómoda que en el primer acto gracias a la ventaja en el marcador, aunque no lo demostrara en su juego, durante muchos minutos a merced de los turolenses. Tuvieron el segundo los de Andrés García pero se encontraron con la atajada de Taliby, que mantuvo con vida a los suyos durante toda la segunda mitad. Pasaron los minutos sin ocasiones para ninguno de los dos equipos, en un escenario que se había convertido idóneo para la SD Logroñés por la ventaja en el luminoso. Más aún cuando los locales se quedaron con nueve tras otra expulsión por doble amarilla de Aitor Pascual que rompió definitivamente el encuentro.
Iru se hizo gigante para evitar la igualada de Romero en el 87' y, en la jugada posterior, Luzzi encontró la llave definitiva que abría el candado y finiquitar la obra de magia. Cova, que había cuajado otro gran partido, redondeó su actuación en Pinilla con una cabalgada por banda izquierda y un centro que el uruguayo remató al entrar desde atrás y que envió al fondo de las mallas con la ayuda de un defensa. Celebración en la esquina con los aficionados blanquirrojos que se desplazaron hasta Teruel y que sabían de la importancia de salir vivos de cara al futuro en un encuentro como el de ayer, finalizado de la mejor manera posible: con los tres puntos en el autobús de vuelta a Logroño.