"La comida se come como un puré pero con todo el sabor"

David Hernando Rioja
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El cocinero y dueño de La Merced afirma que los restaurantes no deberían poner «pegas» a las personas que padecen disfagia.

El cocinero y dueño de La Merced, Lorenzo Cañas - Foto: Ingrid

La ciudadanía riojana tiene la suerte de tener muchos restaurantes donde poder ir a comer, y muchos de ellos muestran una gran calidad en sus platos y en los productos que utilizan para elaborarlos. Pero hay personas que, por desgracia, no pueden disfrutar al 100% de estas experiencias gastronómicas porque padecen algunas patologías, como por ejemplo la disfagia.

El cocinero y dueño del restaurante La Merced ha hablado con El Día de La Rioja para contar y explicar de primera mano como se puede preparar un menú para estas personas con este problema. Asegura que conoce que varias personas con problemas a la hora de tragar y digerir alimentos, por ese motivo, «lo que hacemos es triturar la comida porque el atragantamiento es muy malo».

Este cocinero experimentado enumera algunos de los platos que puede cocinar para que estas personas coman en su restaurante sin ningún problema. «Puedo hacer una merluza hervida, y luego, junto a la zanahoria y verdura que la acompañan, la trituro por la termomix. Y lo mismo con una carne. Los platos están exquisitos», subraya Cañas.

Asegura que hoy en día se pueden hacer muchos tipos de platos. «Lo mismo que pueden comer las personas sin patologías, pueden hacerlo las que tienen problemas de atragantamiento pero con una elaboración distinta que consiste en triturar los alimentos», señala.

«Se tritura la comida y se come como si fuese un puré pero mantiene su sabor natural. La única pega que tiene es que no puedes tragar con facilidad», apunta.

Cuenta que a su restaurante acuden personas con este problema de atragantamiento. «Las personas que viene con estas patologías son sobre todo mayores, aunque también hay quien está recién operada o con problemas en el estómago», indica.

Ningún inconveniente. Lorenzo Cañas afirma que el hecho de que una persona tenga disfagia no supone ningún inconveniente para el restaurante. «No hay porque poner ninguna pega, sino todo lo contrario. Hay que ayudar a las personas a las que les preocupa este problema», remarca.

Asegura que a estas personas le das un plato con todo el sabor y disfrutan de la misma manera que otras que no padecen este problema al tragar alimentos. «Por ejemplo, un plato podría ser un solomillo triturado y pasado con sabor a carne», detalla.