La investigación abierta tras la denuncia contra un profesor de un colegio concertado de Logroño por el envío de propuestas de carácter sexual a una alumna de quinto de primaria continúa en fase de instrucción si bien, el atestado policial desarrollado en un primer momento ya dejaba «indicios» de la comisión de un delito contra la libertad sexual. El escrito redactado por los agentes días después de la denuncia interpuesta por los padres de la menor,  se refería así «al contenido de las recogidas de los diversos terminales en los que se ha podido observar la existencia de borrados de las conversaciones» por parte del docente «una vez leídos por parte de la menor». 

Una serie de conversaciones que se materializaban a través del chat corporativo del colegio «con el ordenador portátil de la casa» de la menor así como por «un teléfono móvil sin tarjeta SIM y mediante la WI-FI de la casa» familiar «a través de la red social Tik-Tok. Una serie de conversaciones incorporadas al sumario «ajenas todas ellas a cualquier finalidad didáctica».

En cualquier caso, un contenido que fue puesto a disposición de la investigación por parte de la familia y del propio centro educativo.

Por su parte, la entrada y registro en un domicilio de la capital riojana perteneciente al profesor acusado, así como en otras dos direcciones postales que no se detallan, permitió a los agentes hallar un teléfono móvil de la marca Iphone, una CPU marca Nexmar de color negro junto con un disco duro, un portátil de la marca ACER y una tableta de la marca Samsung. 

Tras el registro, se acordó librar oficio a la Unidad Orgánica de Policía Judicial Grupo UFAM para la realización del análisis de los medios telemáticos hallados en los registros. Un hecho que fue recurrido por el abogado de la defensa pidiendo «la nulidad y revocación» de la autorización que permite el acceso, análisis y extracción de los diferentes dispositivos de mi representado». 

Así las cosas, la sala argumentó de esta forma que los delitos contra la libertad e indemnidad sexual «se suelen realizar aprovechando la intimidad por lo que evidentemente no existen evidencias tangibles». Ahora bien, cuando las comunicaciones que pudieran incurrir en un delito «se han concertado a través de instrumentos de comunicación telemática o telefónica, dichos dispositivos aparecen como fuentes de prueba esenciales para robustecer las manifestaciones de la supuesta víctima». Un recurso, que por tanto, quedó desestimado. Tras su análisis, los agentes no hallaron en sus dispositivos nada que lo vinculara con los hechos si bien, sí se hallaron «indicios» en los medios del centro educativo y en los de propiedad de la familia. 

Canal interno. El profesor fue cesado de su puesto el mismo día en el que se interpuso la denuncia (23 de noviembre de 2023).

Tal y como adelantó este periódico hace algo más de un año, el docente hizo uso de la plataforma interna de comunicación entre profesores y alumnos para remitir mensajes con proposiciones de carácter sexual a la alumna de quinto curso de Primaria. Posteriormente ha trascendido que también hizo uso de redes sociales.