Mil Córdobas, al cambio, no llegan a veintiséis euros pero, músicalmente hablando, representan una de las bandas emergentes de nuestro garage rock. El combo riojabajeño, representado en esta contraportada por su guitarrista Dani J. Bermejo (Alfaro, 1989) -«la Jota no hace referencia a uno de los líderes de Los Planetas ni a Homer J. Simpson sino por Jiménez, mi primer apellido»-, debe su nombre al importe que Danilo Altamirano, nicaragüense de nacimiento y riojano de adopción, pagó en Centramérica por su primer bajo. Junto al guitarra y voz Álvaro Blázquez (ex futbolista del Pradejón, afición que aparcó por el micrófono) y al baterista Dani Pascual Melero lanzaron el pasado año Guateque, su primer EP aunque en camino está su debut largo, un long play que verá la luz a lo largo del primer semestre de 2025. 

Forjado en el ámbito de la asesoría, compartía gustos y pasión musical con Álvaro, «de la cuadrilla de toda la vida». «Hacíamos lo típico, juntarnos con los amigos y tocar la guitarra en citas ocasionales pero sin pretensiones. Sin embargo, en su boda, nos animamos para formar el grupo», rememora. El germen de Mil Córdobas arranca en tiempos de precovid. Tras la pandemia, el casting se cerró con «Danilo, que trabajaba de camarero en un bar y tocaba el bajo. Además propuso el nombre del grupo». Para conformar el cuarteto, «necesitábamos un batería y lo encontramos con Dani, que es el más joven y le hemos adoptado como uno más». «Nos juntamos, nos salieron las primeras temas y decidimos seguir para adelante», comenta el músico riojabajeño.

Si las preferencias personales de este guitarrista alfareño le acercaban a «Neil Young o Bob Dylan», como grupo su inspiración es mucho más contemporánea. «Queríamos sonar como Mujeres», banda barcelonesa creada en 2007 que factura un indie pop muy reconocible: «Es el estilo que nos animó a juntarnos

Con Mujeres como inspiración, su propuesta busca la fuerza en directo de Los Ramones y algo de ese ímpetu de los neoyorkinos han demostrado en «Barcelona, Madrid, Pamplona, Valencia o Zaragoza», ciudades en las que se ha fogueado la banda alfareña.

Aunque perdieron el tren de la segunda edición de GranReserva («una pena no estar pero intuyo no nos quisieron invitar porque los alfareños tenemos pique con los calagurritanos», bromea), ya han sonado en festivales como el Muwi. «Fue un subidón que contaran con nosotros», se entusiasma Dani J. Bermejo.

Aparcados estos exitosos bolos, el combo alfareño se ha recluido en el estudio con motivo de este larga duración que está en fase de gestación. Su estreno ahondará en un estilo garagero que les ha hecho reconocibles. A su contagiosa energía guitarrera se suman sus letras combativas como la de su single de debut Ultramarinos, tema de ritmo vivo y sin pausa pero cuya letra invita a la reflexión. «En Alfaro ha cerrado la última tienda así y nos hizo pensar que todo lo que conocíamos ya no es como lo recordábamos. La forma de vivir ha cambiado y creo que igual hay que mirarnos un poco más a la cara, aparcar las redes sociales, volver a salir a la calle», argumenta. «El espíritu de la canción y del disco viene a ser apaga la luz, de la pantalla, y enciende la calle» , reivindica el guitarra de Mil Córdobas.