Dos infinitivos son a los que se debe acoger la Sociedad Deportiva Logroñés mañana por la tarde. En primer lugar, esperar. Esperar a que el Sestao River no gane el partido que se juega a partir de las 18h en Las Llanas contra el Deportivo de la Coruña. Y después, ganar. Los blanquirrojos se encuentran a diez puntos de la salvación a falta de doce por disputarse y todo lo que no sea conseguir tres unidades del tirón, supondrá certificar el descenso de categoría a Segunda RFEF.

El partido en Las Gaunas contra el Fuenlabrada, que comienza a las 20h de la tarde, puede arrancar con los blanquirrojos ya descendidos, puesto que una victoria sestaotarra condenaría a los de Aitor Larrazabal al descenso de categoría. Y para que esto no se produzca de igual manera, será necesario ganar contra un equipo con urgencias que también se encuentra en la parte baja de la clasificación. Dos puntos en los últimos siete enfrentamientos -cinco derrotas consecutivas- han provocado que el Fuenlabrada sea decimocuarto con 39 puntos, solo dos por encima del Sabadell, quien marca los puestos de descenso con 37.

A falta de cuatro jornadas para terminar la competición regular, hay hasta ocho equipos en seis puntos que pelean por la salvación: Cornellà (35), Teruel (36), Sabadell (37), Sestao River (38), Fuenlabrada (39), Real Unión (39), Tarazona (40) y Osasuna Promesas (41).

Una única victoria desde la llegada de Aitor Larrazabal, frente a Arenteiro, ha derivado en una situación en la que los blanquirrojos necesitan, no solo obrar un milagro, sino también  una debacle masiva del resto de contrincantes para permanecer en la categoría de bronce del fútbol español respecto a un descenso que solo parece cuestión de tiempo.