Por un barrio molón

Feli Agustín
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Siete de cada 10 coches circulan en el centro de Logroño con un solo ocupante y el 98% con dos, según un estudio de alumnos de Los Boscos, que apelan a calles peatonales y carriles bici

Los alumnos de Los Boscos montaron en el parque Gallarza una feria didáctica para informar de su estudio sobre movilidad urbana. - Foto: Óscar Solorzano

Tras una mesa cubierta de plantas, Ainhoa se afanaba con brío en que los viandantes que circulaban por el parque logroñés de Gallarza se llevaran a casa una de ellas -aloe vera o suculenta-que habían cultivado en su propio huerto y cuya maceta se descompone en la tierra para evitar generar residuos.

Comprometidos con el medio ambiente, los alumnos del colegio  Salesianos Los Boscos, que el año pasado declararon la emergencia climática con varias actividades, informaban el jueves a los vecinos del centro  de la ciudad del estudio que han realizado respecto a la movilidad urbana sostenible, asentado en los principios que se debe priorizar la eficiencia energética, el respeto al medio ambiente o la calidad de la vida urbana.   Sacar el coche del centro es también una de las apuestas,  una propuesta que se justifica sobre una las conclusiones del estudio, que destaca que el 72% de los vehículos que circulan por la zona lo hacen con un solo ocupante y el 98% con dos.

«Las mediciones que hemos realizado muestran que la ocupación de tres o cuatro pasajeros es prácticamente residual», señala Enrique Requeta, coordinador del estudio, elaborado por los alumnos de tercero y cuarto de Secundaria y de FP, que se enmarca dentro del  Proyecto Centros Educativos hacia la Sostenibilidad, en el que participa en 2013 y auspiciado por las consejerías con competencias en educación y medio ambiente.

Este proyecto, de carácter trianual, se  estrenó el curso pasado con un prediagnóstico, ha proseguido el presente con un estudio sobre los problemas que los alumnos consideran más importantes en su barrio -el colegio se ubica en la calle Múgica-, que han sido residuos y medio ambiente, y concluirá el próximo con un plan de acción conforme a las conclusiones.  En el área de movilidad, apuestan por mayor número de calles peatonales y carriles bici a 25 km/hora, más transporte público y limitar el acceso de los coche al centro, estableciendo aparcamientos en las afueras y permitiendo el paso solo a los de alta ocupación.

El mundo al revés. «Si comparamos el tipo de vehículos que circulan por el barrio es la inversa a la pirámide de movilidad sostenible que quisiéramos», señala el profesor sobre un gráfico que muestra en lo alto al coche en vez de al peatón. A través de una feria-exposición articulada en torno a paneles, los alumnos explicaron a lo largo de todo el día los datos del informe, que ha analizado otros ámbitos de sostenibilidad,  como los niveles de ruido en dB (decibelios), de CO2, vegetación, variedad de servicios disponibles o residuos y que, al igual que el capítulo que se centra en la circulación, se ha realizado sobre encuestas y trabajo a pie de calle, con mediciones de diferentes indicadores.

En general, explica Requeta, los resultados son aceptables en cuanto al ruido, «muy buenos», excepto en lugares muy específicos respecto a la calidad del aire;el barrio está bien dotado en servicios; plazas y jardines carecen de barreras arquitectónicas;la iluminación es correcta y el mobiliario urbano está bien cuidado. El proyecto está estructurado en ciclos de tres años. A su conclusión, las consejerías responsables de educación y medio ambiente evalúan su desempeño y tras una devaluación positiva, se materializa con la entrega de una bandera de Centros Educativos hacia la Sostenibilidad. Los Boscos ya han abordado proyectos anteriores, enfocados den la alimentación, donde se comprobó que los chavales consumían muchas bebidas energéticas o que el desayuno no era el más adecuado;o sobre el rudo, el consumo de energía y los residuos. El proyecto es de carácter global y en él trabajan todas las etapas escolares.

Corre buen aire en un barrio ruidoso. Raysa, alumna de tercero de ESO de Salesianos Los Boscos, explicaba a los vecinos las conclusiones sobre el estudio medioambiental realizado en el barrio, que han redactado conforme a  encuestas a pie de calle en ámbitos como la seguridad circulatoria para los ciclistas, aspecto en el que alguno exigía, en ciertas calles, aumentarla. «La circulación es muy abundante, aunque el nivel de seguridad es elevado», relata Raysa, que anima a usar el transporte público o a compartir coche. Como trabajo de campo, han constatado  muchas colillas en el suelo y habían comprobado la contaminación que desprenden los vehículos;respecto al ruido, que midieron en las calles gracias a un sonómetro, cuyos resultados mostraban en gráficas, al igual que los niveles de CO2,  que la mayoría consideran aceptable. Menghan y Lesliye explicaban a los vecinos que, según la encuesta realizada, se constata que no les gustan los grafittis, la calidad del aire y las aceras es, en general buena, el nivel de ruido es elevado y las zonas verdes escasas, aunque, en general, la mayoría están contentos con la situación del barrio.

¿La discrepancia? La necesidad de peatonalizar o no alguna de las calles divide al barrio casi a partes iguales.