La zona afectada por la DANA en la Comunidad Valenciana sigue devastada. Sus ciudadanos continúan limpiando sus viviendas, y sacando agua, fango y muebles de ellas.
La solidaridad fue abrumadora en los primeros días de esta tragedia y, a pesar de que han pasado ya varios días, la ayuda sigue llegando desde las diferentes partes de España, ya sea en forma de material sanitario, comida, ropa o de personas que acuden allá a asistir y apoyar a los afectados.
Una de estas personas que ha decidido ir hasta esa zona y ayudar es el riojano Fermín Santamaría, un joven de 29 años que viajó el pasado lunes para quedarse allí «sin una fecha de vuelta», asegura a El Día de La Rioja.
Relata que ha vivido durante cinco años en Valencia, por lo que «quería devolver la ayuda que se me prestó durante ese tiempo». «Me ayudaron mucho en mi día a día y a ser lo que soy profesionalmente, aunque creo que lo más importante en la vida son los valores, y esta gente necesita ayuda», afirma Santamaría.
La idea de ir, cuenta, nace a partir de una llamada de su amigo Iván. «Ha sido un año muy duro para los dos y Dios nos ha sacado adelante, por lo que porqué aquí no se va a sacar esto adelante con la ayuda de todos», señala.
Estos dos amigos han estado en varias ciudades de esa zona afectada por la DANA. En concreto, están ayudando a los vecinos de Torrent, Picanya y Paiporta en diferentes tareas.
Santamaría lleva en la mochila dos palas y una escoba grande para sacar agua y fango de las casas. «Intento ayudar a las personas mayores a las que se les ha llenado la casa de fango y con la pala, sacarlo en cunachos para tirarlo fuera después», detalla.
También añade que están sacando muebles, sofás e incluso cocinas a punto de derruirse. «Las echamos abajo con un mazo y luego sacamos los escombro a la calle», comenta.
Asegura que la situación que se está viviendo a causa de la DANA es «30 o 40 veces peor de lo que se muestra». «Ves a la gente llorar por las calles, los abuelos te preguntan si tienes comida y te encuentras personas que han perdido todo, desde su casa hasta el coche y más propiedades», lamenta.
Este joven riojano destaca el trabajo que está haciendo sobre el terreno el ejercito español, pero sobre todo la Unidad Militar de Emergencias (UME). «Estos últimos son los que se están metiendo en todos los sitios y realizando una gran labor de ayuda», subraya.
Aunque también alaba el trabajo que realizan voluntarios como ellos. Cuenta que los ciudadanos les dicen que esto saldrá adelante gracias al esfuerzo que están haciendo, tanto los de la misma comunidad como los que provienen de otras.
Otro aspecto que destaca Santamaría es la solidaridad que muestran los afectados entre ellos. «Tu vas por la calle ofreciendo ayuda, y si algún vecino ve que alguien está peor que él, nos pide que vayamos a ayudar a esas personas», indica.
Remarca que las personas son «súper agradecidas». «Ellos lo han perdido todo pero aun así, te dan lo poco que tienen para agradecerte el trabajo», señala.
Guerra Civil. Este voluntario asegura que esta experiencia es una de las más duras que ha vivido en su vida. «Es como si se hubiera producido otra vez la Guerra Civil», describe.
Recuerda que su llegada a esa zona no fue fácil anímicamente. «Una vez que pasas un puente, se pasa de vivir en la normalidad absoluta a estar en el tercer mundo. Se me caían las lágrimas como a un niño pequeño», relata.
Aunque reconoce que esta labor humanitaria es muy gratificante. «Los afectados devuelven el trabajo que estás haciendo con una sonrisa o un abrazo», concluye.