La Universidad de La Rioja ha puesto en marcha por tercera vez consecutiva el proyecto Inspira STEAM, con el que se busca fomentar las vocaciones científico-tecnológicas de los jóvenes riojanos, pero en especial de las alumnas.
La profesora del departamento de Matemáticas y Computación, Beatriz Pérez Valle, explica que uno de los objetivos es dar a conocer profesiones STEAM relacionadas con la ciencia, la ingeniería, la tecnología, las matemáticas y las artes. Otros propósitos son concienciar que el desarrollo de la sociedad se debe llevar a cabo de manera indistinta por hombres y mujeres, y dar a conocer estereotipos que tienen lugar en las áreas científico-tecnológicas para que «no condicionen las decisiones que tengan niños y niñas en el futuro».
También se pretende visibilizar y poner en valor el papel de la mujer STEAM en la historia para que «estos estudiantes tengan referentes. Y destacar nuestro rol explicándoles que hacemos en el ámbito de las STEAM».
Remarca que una de sus tareas es enseñar y mostrar a los alumnos parte de su trabajo. «Les informo sobre lo que he hecho y a que me dedico, como por ejemplo, el desarrollo de programas que rastrean o trazan lo que hacen las aplicaciones o programas informáticos».
También les enseña alguna aplicación de móvil que desarrolla conjuntamente con estudiantes de 4º de la ESO y la Universidad de La Rioja. «Les muestro como desarrollar en esas edades tan tempranas programas para que se los puedan llevar a casa. De esa manera, pueden ver que, aunque sean pequeños, son capaces de desarrollar algún funcional que pueden llevar en sus mismos móviles», señala.
Otra de las docentes implicadas en el proyecto es la profesora del departamento de Ingeniería mecánica, Alpha V. Pernía. Cuenta que enseña tecnología de fabricación, y «uno de los procedimientos de fabricación más versátil es la impresión 3D».
La idea, detalla, es incidir en la parte social de la carrera de ingeniería. Explica que en la asignatura que ella imparte en la universidad, los alumnos deben resolver un caso propuesto por un paciente de las instituciones colaboradoras con las que trabajan, como ARDEM, ASPACE, el CRMF de Lardero o el hospital de Calahorra.
Los pacientes plantean una necesidad que tienen y los estudiantes tratan de resolverlas con algún dispositivo que les ayude, como por ejemplo, un aparato que les ayude a subir y bajar persianas, o a abrir puertas. «Darles el aspecto social de las carreras incentiva a chicos y chicas a seguir esta carrera», asegura.
Motivar. El objetivo de este proyecto es «motivar a los dos géneros» aunque «si que se presta más atención en la mujer porque se ha demostrado que tienden a optar por otras carreras que no son STEAM. Esto se debe a la influencia social que se empieza a tener a los 11 o 13 años», desvela Pérez.
Afirma que es el momento idóneo para «mostrarles y darles a conocer que profesiones STEAM hay para que las conozcan». «Si desconocen a que profesiones pueden optar, obviamente no las van a elegir», señala.
Otro objetivo, añade, es hacerles ver que «hombres y mujeres pueden realizar cualquier vocación, ya que las carreras cientifico-tecnológicas no tienen porqué ser masculinas». «También que conozcan que tienen referentes mujeres en las que fijarse, tanto en la historia como en la actualidad», apunta.
Pérez remarca la importancia de que existan referentes femeninas en estos campos para que «las alumnas vean que hay roles femeninos que se dedican a este tipo de profesiones. Así ellas verán que son perfectamente capaces de hacer lo mismo o algo similar si tienen vocación para ello».