El ministro de Agricultura, Luis Planas, apostó el lunes por una conclusión «pronta y equilibrada» del acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y los países del Mercosur. «Una vez más defenderé una conclusión pronta y equilibrada del acuerdo con Mercosur. Es estratégicamente muy necesario, y más en el contexto actual, para la Unión Europea», declaró. Planas consideró que el pacto con Mercosur tiene que tener «un equilibrio de conjunto y un equilibrio dentro del sector agroalimentario que permita ampliar las posibilidades de venta de los productores comunitarios en los mercados de Mercosur». 

Añadió que en el debate sobre temas agrícolas vinculados al comercio también hablará sobre las cláusulas espejo, que exigen a las importaciones de países no comunitarios los mismos estándares sociales o medioambientales de producción. Planas dijo creer que en ese asunto «se está abriendo camino». «Está claro que tenemos que competir en las mismas condiciones», resaltó.

Sin embargo, en la organización agraria COAG no lo tiene tan claro. Su secretario general, Miguel Padilla, alertó el martes del impacto que tendría ese acuerdo para los productores de la Unión Europea. «Sería algo equivalente a que entraran dos millones de vacas nodrizas, una auténtica barbaridad», aseguró. Padilla recordó que en Mercosur están países como Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, grandes productores de carne, y que eso es algo que perjudicaría a profesionales comunitarios porque el producto americano pasaría a entrar en el país sin aranceles.

España ocupa el primer puesto de la UE como productor de frutas y verduras (25%). La firma del acuerdo y la consiguiente eliminación de los aranceles facilitaría la llegada sin límite de productos procedentes de América y perjudicaría gravemente al campo español, por lo que los agricultores desconfían. De hecho, este acuerdo fue una de las causas de las tractoradas de inicios de año.