La Rioja Sin Barreras organizó el pasado lunes la III Edición de Mujeres Sin Barreras. En estas jornadas se abordó la doble discriminación a la que se enfrentan las mujeres con discapacidad: por el hecho de ser mujeres y por tener una discapacidad, poniendo el foco en esta edición en el beneficio de la práctica deportiva.
La apertura de las jornadas la realizó Celia Sanz Ezquerro, Concejala de Gobernanza, Igualdad y Portavocía del Ayuntamiento de Logroño que animó a "no tirar la toalla nunca ante la reivindicación de la integración, la accesibilidad y la igualdad".
Las personas expertas en el deporte paralímpico que intervinieron en la mesa de debate, expusieron la desigualdad que existe entre la práctica del deporte convencional y del deporte paralímpico. En aspectos tan cruciales como los requisitos para su práctica, el coste elevado del material y personal de apoyo, el nivel de representatividad dentro del mundo del deporte profesional; así como la organización y gestión de los clubs y las federaciones que representan a las personas que practican el deporte adaptado. En La Rioja, como en el resto del territorio nacional, la diferencia numérica más visible se encuentra en el número de licencias deportivas de mujeres deportistas que practican deporte adaptado. Aglutinan el 15% en las licencias deportivas de personas con discapacidad. Un porcentaje inferior al 25% de licencias deportivas de personas sin discapacidad.
En la Mesa de experiencias, las mujeres con discapacidad contaron su vivencia con el deporte adaptado. En su mayoría, experimentaron más episodios de discriminación por su discapacidad que por su género. Todos los testimonios coincidieron en la necesidad de trabajar "por mejorar el acceso al deporte adaptado que supone un coste económico elevado y una falta de más instalaciones y clubs en las que poder practicarlo".
Así, desde La Rioja Sin Barreras se comunicó que el futuro deseado pasa "por la integración e inclusión de las deportistas con discapacidad en clubs de deporte inclusivo". La Asociación informó de que hay "muy pocos clubs que oferten práctica inclusiva deportiva compartiendo disciplina las personas con discapacidad junto a personas sin discapacidad". Por ello, aseguró impulsar "todas las iniciativas que avancen en la integración social de las personas con discapacidad".
La Rioja Sin Barreras, trabaja desde 1990 por la eliminación de barreras y la integración del colectivo de personas con discapacidad física a través de programas sociales, de rehabilitación, empleo, formación, accesibilidad y sensibilización.