Duquesa de la Victoria, una de las calles más importantes de Logroño, se halla en la actualidad sumida en obras de remodelación. Su nombre, tomado de Jacinta Martínez de Sicilia, es un guiño a la ciudad decimonónica en la que vivió la aristócrata. Según el cronista oficial de Logroño, Jerónimo Jiménez, fue la segunda calle en la ciudad que llevó el nombre de una mujer.
El entorno que hoy ocupa esta céntrica arteria se encontraba junto al Convento del Carmen, el cual acogió a la orden carmelita desde 1663, tras haber recorrido diferentes espacios urbanos. El convento sufrió las consecuencias de la Guerra de la Independencia y posteriores desamortizaciones, convirtiéndose en Instituto de Segunda Enseñanza en 1842. Previamente, en las guerras carlistas, la muralla de Logroño había sido ampliada, dejando el citado convento intramuros.
No será hasta 1862 cuando Logroño deje atrás las murallas y en los lugares que estas dejaron, se lanzaron nuevas calles y avenidas. Es el caso de Duquesa de la Victoria, que ya aparece reflejada en el Plan de Alineaciones Urbanas, diseñado por el célebre arquitecto Maximiano Hijón. En aquellos momentos en el entorno se levantaba la plaza de toros de la ciudad.
Será ya en el siglo XIX cuando empiecen a llegar distinguidos moradores, como el Círculo Logroñés, que se instaló en este lugar a finales del año 1916, en un inmueble diseñado por Agustín Cadarso. Por entonces, el convento del Carmen ya había dado paso al nuevo Instituto Sagasta, obra de Luis Barrón. También en 1914, la plaza de toros sucumbió por un incendio.
Con el paso del tiempo, la ciudad fue creciendo hacia el este, erigiéndose nuevos edificios, algunos con la firma de destacados arquitectos. Durante la Guerra Civil, en el llamado solar de Covarrubias se construyó un refugio antiaéreo sobre el que posteriormente se edificó el mercado del corregidor.
Ya en los años 50, en esta calle se instaló la Residencia Sanitaria, un destacado complejo inaugurado en 1952 por Franco. Posteriormente, el 27 de noviembre de 1979, se inauguró la iglesia del Corazón de María, con una misa oficiada por el obispo Abilio del Campo y de la Bárcena.
En la actualidad, la arteria sigue manteniendo su importancia, habiendo sido reformada en los últimos años.