La posible publicación de El odio, el libro en el que José Bretón relata su versión del asesinato de sus dos hijos producido en el año 2011, ha desatado un intenso debate en el sector editorial y librero a nivel nacional. La obra, escrita por Luisgé Martín y publicada por la editorial Anagrama, se basa en las cartas, llamadas y entrevistas que Bretón intercambió con el autor, ofreciendo su propia perspectiva del crimen que conmocionó a España.
Desde el anuncio del libro, varias librerías y negocios se han pronunciado ante esta situación con una postura clara: no venderlo, argumentando razones éticas y morales. En la comunidad autónoma riojana, la controversia aún no ha alcanzado el mismo nivel de reacción. Diego Ochoa de la librería Santos Ochoa y presidente de la asociación de librerías de La Rioja, explica que en el sector nadie se ha pronunciado al respecto todavía debido a la falta de información.
«La editorial Anagrama no ha comunicado nada, ni siquiera se sabe la fecha de publicación», señala. Por el momento, están a la espera de recibir más detalles antes de posicionarse, aunque es consciente de la controversia que ha despertado y la incertidumbre que puede llegar a generar en el sector.
«Es un tema complicado», admite, subrayando la dificultad de trazar la fina línea entre la libertad de expresión y el respeto a la memoria de las víctimas. Sin embargo, el dilema no es nuevo en el mundo editorial y por eso Ochoa recuerda otros casos similares como el de Fariña, el libro de Nacho Carretero.
Respecto a la obra de Martín, esta se basa en las cartas, llamadas y entrevistas presenciales que Bretón intercambió con el autor donde relata su versión y perspectiva del suceso. Precisamente por este motivo, Ruth Ortíz, la madre de los menores solicitó la paralización de la publicación por intromisión ilegítima del derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de los menores fallecidos, pero el juzgado de primera instancia número 39 de Barcelona rechazó el pasado martes 24 de marzo paralizar de forma cautelar dicha publicación.
Editorial. Por su parte, la editorial Anagrama ha defendido su decisión de publicar el libro, justificando que tanto el autor como la propia editorial están amparados por la libertad de expresión. Si bien esperaban la resolución judicial antes de avanzar, ahora el tribunal ha permitido continuar con el proceso de publicación y con ello han reafirmado su intención de seguir adelante.
Este caso ha reavivado un debate profundo ya no solo en el sector sino en la sociedad sobre los límites de la libertad de expresión y el derecho al honor, intimidad e imagen de los menores. Mientras algunas librerías han optado por la prudencia, otras han decidido rechazar automáticamente el libro, pero la editorial continúa con su plan de publicación.
Aun así, se ha recurrido ante la decisión por parte del juzgado y la polémica, lejos de apagarse, ha abierto una conversación sobre los límites en la industria editorial, el papel de las librerías.