"A los economistas nos preocupa la financiación de La Rioja"

Gustavo Basurto
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El presidente del Colegio de Economistas de La Rioja, Ernesto Gómez Tarragona (Alfaro, 1977), tiene, junto con otros compañeros de la entidad, la encomienda del Gobierno regional de evaluar el impacto de la posible financiación singular para Cataluña

Ernesto Gómez Tarragona, en su despacho, durante la entrevista. - Foto: Óscar Solorzano

Poco tiene que ver su discurso y su talante con el estilo sesudo y academicista que se les presupone a los economistas. Jovial y sin pelos en la lengua, el presidente del Colegio de Economistas, Ernesto Gómez Tarragona, arroja luz sobre el tema de moda en la política española, la financiación singular para Cataluña, aunque la lógica prudencia por el encargo recibido del Gobierno regional le impida desvelar aún cuánto le puede costar ese pacto a La Rioja.

El servicio de estudios del BBVA pronostica que la economía riojana crezca un 2,5% este año y un 2,4% en 2025, con una de las recuperaciones más intensas del país sobre el nivel precrisis. En el lado negativo, detecta debilidad de la industria y las exportaciones. Con esa cara y esa cruz, ¿las perspectivas son para tirar cohetes o para preocuparse?

Estuve en esa presentación y manifestaron su optimismo; yo soy más moderado, porque crecimientos inferiores al 3,5 por ciento no generan demasiado empleo, con lo cual un 2,5 no es para tirar cohetes. La Rioja tiene una circunstancia que puede ser un problema y es que nos centramos mucho en que la demanda interna en España estaba floja y en los últimos tres años nuestras empresas han exportado mucho. Alemania y Francia están flojas, lo que explica que las exportaciones no sean excesivas. Pero lo que nos preocupa mucho es la evolución de la industria. 

¿A qué se debe esa preocupación?

Si queremos generación de riqueza sostenida en el tiempo y alta rentabilidad y productividad debemos ir a la industria y a sectores muy intensivos en capital y no es lo que está ocurriendo en los últimos años, ni La Rioja ni en el resto de España.   

Y preocupa la crisis de ventas de vino. ¿La Rioja tiene un serio problema por la importancia de ese sector?

Durante mucho tiempo ha sido una de nuestras fortalezas. Hay tiempos buenos y malos y ahora toca replegar y no vamos a fustigarnos. Es indiscutible que el consumo de vino en la vieja Europa, no solo en España, desciende irremediablemente, entre otras cosas por una cuestión de envejecimiento de la población. 

En el sector se debate la necesidad de adoptar cambios, algunos extremos, como el arranque de viñedo. ¿Como economista, ve recomendable un viraje rápido en el rumbo del Rioja o conviene la prudencia?

Cualquier solución debe ser debidamente sopesada, porque un paso en falso puede significar mayor sufrimiento. Las medidas que se han tomado en los dos últimos años son de carácter temporal y hacen falta otras estructurales. Somos muy respetuosos con el sector, que ha tenido un modelo autónomo de funcionamiento de un enorme éxito y apelamos a su responsabilidad. Debe buscar soluciones, acompañado, como así está siendo, por el Gobierno de La Rioja y si, quieren, por los economistas, que estamos a su disposición.  

El debate del momento, la financiación singular para Cataluña, tiene su reflejo en La Rioja. El presidente Capellán encargó al Colegio de Economistas que usted preside un estudio sobre el impacto en la economía riojana de ese acuerdo entre los gobiernos central y catalán. ¿Qué conclusión han sacado?

No tenemos aún las conclusiones. Estamos barajando cantidades, pero no podemos decir todavía una cifra exacta, porque no está finalizado; además, el estudio tiene procesos de supervisión interna, porque queremos que sea coherente y correcto. 

¿Qué es lo que analiza el estudio?

Ver qué sucedería en La Rioja si en el actual sistema de financiación Cataluña no entrega ningún dinero a la hucha común. En cualquier caso, estamos todos especulando, porque no sabemos la letra pequeña de ese acuerdo y falta muchísimo por perfilar, hasta el extremo de que no sabemos si se podrá aprobar, ya que el Gobierno nacional está en minoría en el Congreso e incluso es difícil que pueda conseguir la aprobación de, como mínimo, la modificación de la Lofca, la ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas, que exige mayoría absoluta.

 

¿Pero puede decirse que de materializarse ese acuerdo de financiación singular para Cataluña sí habría un impacto negativo para la economía riojana?

Es incuestionable. Si todas las comunidades aportamos un dinero a la hucha común y una de las regiones más ricas y que, por tanto más contribuye al sistema, no aporta a esa hucha, evidentemente las que generan menos ingresos recibirán menos; salvo que el Estado ponga sobre la mesa un dinero adicional, que veremos de dónde lo obtiene.  

La Rioja debe reclamar también su singularidad por el efecto frontera con Navarra y País Vasco?

En el debate del Estado de la Región, fue la contestación del portavoz del principal grupo de la oposición, Javier García, en el sentido de que no se trata de un cupo autonómico de la Generalitat, sino de una negociación bilateral entre Cataluña y el Estado. Y ahí, la única herramienta que tendría La Rioja, en virtud de su Estatuto de Autonomía, es apelar al Artículo 46, que habla del efecto frontera. Sería un argumento más, lo mismo que el informe encargado al Colegio de Economistas, para poder tener una negociación, que en todo caso es difícil. A los economistas nos preocupa mucho la financiación de La Rioja, porque ahora mismo salimos muy bien financiados y un cambio es posible que no sea a mejor. 

Hay datos que apuntan a que La Rioja es la Comunidad que más recibe del Estado por habitante.

Siempre ha creído que es la segunda, porque normalmente estábamos por detrás de Asturias. Pero todo depende de cómo se mire;por habitante, estamos muy bien financiados, pero somos una comunidad pequeña y si tenemos que tener un Parlamento con 33 diputados y somos lo que somos, toca a más euros por diputado; o si queremos un hospital estupendo en oncología o que haga trasplantes de corazón, etcétera, hace que en una región pequeña el coste sea mayor. Hay que mirarse menos al ombligo y relativizar las cosas; no pasa nada porque vayamos a Valdecilla, a Santander, a operarnos de corazón, no tenemos por qué tener todo en nuestra Comunidad. 

El PSOE le afeó a Capellán que hablase de que el acuerdo con Cataluña haría perder a La Rioja de 200 a 300 millones de euros. ¿Puede rondar esas cantidades?

Ya he dicho que todavía no puedo dar cifras resultantes, pero estamos hablando de cifras que, en todo caso, tampoco son una locura. Si el presupuesto de la Comunidad autónoma ronda los 2.000 millones de euros, y hablamos de 300, 200 o 100 millones de euros, eso representa lo que representa.

Más allá de la protesta política, ¿qué puede hacer La Rioja?

Armarse de buenos negociadores, a los efectos de que se revise tarde o temprano el sistema de financiación de las comunidades autónomas. Todo esto de Cataluña tiene el recorrido que tiene, es una cuestión puntual y todos sabemos por qué, que es conseguir que alguien del Partido Socialista catalán sea presidente de la Generalitat. Hay otras cuestiones estructurales, que son que el sistema de financiación autonómica hace aguas desde hace 15 años; y eso debe apelar a la responsabilidad de los diferentes gobiernos, de uno u otro color en La Rioja a los efectos de estar preparados. ¿Cómo? Teniendo buenos funcionarios que sean capaces de negociar los mejores acuerdos para La Rioja, pidiendo informes, como puede ser el nuestro, y poniendo los puntos sobre las íes en aquellas circunstancias específicas que pueden permitir a La Rioja tener una mejor posición negociadora.

¿Ustedes tienen constancia de que haya empresas que estén cruzando la frontera actualmente para irse a Navarra o País Vasco?

Creo que en este momento no hay demasiado movimiento en ese sentido. 

Con las ayudas de la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (Ader) a la compra de terreno, ¿el suelo industrial riojano es competitivo?

Llevamos unos cuantos años escuchando hablar de las ayudas de la Ader y esperamos que se materialicen. Más allá de las ventajas que pueda haber en términos de legislación y fiscalidad, algo importante para atraer a una empresa es ser atractivo en la entrada y eso implica suelo industrial. Y ahí necesitamos colocarnos a niveles similares al precio de comunidades limítrofes. En principio, esas ayudas (las de la Ader para comprar suelo industrial) están pensadas para que seamos competitivos.  

¿Ahora no lo somos?

Sí, en la medida en que se ejecuten esas ayudas, seremos competitivos. Las últimas medidas anunciadas están diseñadas para que el coste de adquisición final, después de las ayudas, en los polígonos de La Rioja Oriental sea similar al de Navarra. Hay otros mecanismos jurídicos que Navarra, fundamentalmente, ha utilizado y que en La Rioja no se han tocado y que podrían ser interesantes, como es la cesión temporal de suelo industrial de los ayuntamientos a empresas y que al cabo de 30 años revierte a los municipios. Es una medida sencilla de facilitar suelo barato en el momento más complicado, que es el inicial de la inversión.

Con la industria a un ritmo moderado, el vino en crisis y la agricultura y la ganadería con dificultades, ¿hay que explorar nuevos sectores?

Somos firmes defensores de que la economía riojana debe basarse en sectores competitivos y productivos. Es estupendo que crezcamos, como dice el informe de BBVA, en hostelería, en restauración o turismo, pero el modelo de sol y playa no aporta demasiada producción. Nosotros apostamos por la industria. La Rioja es pequeña, invirtamos en sectores donde tenemos más experiencia y ahí queda mucho por hacer, porque además del vino, se está apoyando y se debe seguir apoyando a otros sectores, como el champiñón, la industria auxiliar de automoción y el calzado, que tiene otra vez una crisis importante y hay que impulsar el Centro Tecnológico del Calzado para ser el número uno en diseño;por no hablar del sector conservero, en el que hay empresas punteras.

 

Y además de suelo competitivo, ¿cómo se atraen industrias?

Posiblemente que nuestras administraciones sean ágiles sea igual o más importante que las ayudas. A alguien que quiera venir, hay que darle respuestas rápidas en licencias y autorizaciones y seguridad jurídica. 

El gerente de Ader anunció no hace mucho que a corto plazo llegarán inversiones empresariales importantes. ¿Tiene constancia de ello?

Sí, sabemos que hay proyectos muy interesantes; algunos ya anunciados y otros no. Y en algunos polígonos se está negociando la llegada de empresas. Al ser una región pequeña, cualquier cosa  que se haga, se nota.

¿Cómo se explica que en un país con una cifra importante de parados haya dificultad para encontrar personal en algunos sectores;eso se arregla con mejores sueldos y horarios?

Eso, no se arregla así. Por eso, como Colegio de Economistas hemos querido hacer alegaciones al Plan de  Formación Profesional, porque estamos seriamente preocupados. Y BBVA ha dicho que uno de los mayores problemas de Europa es el envejecimiento poblacional. Esto no es una cuestión solo de incrementar los salarios, que también, pero el problema es más estructural; es el envejecimiento y el cambio de filosofía de vida. Mi abuelo trabajaba de lunes a domingo, mi padre de lunes a sábado a mediodía y ahora lo que queremos es trabajar de lunes a jueves. Eso es posible si somos más productivos. Además hay un importante porcentaje de población apuntada al paro que no está especialmente motivada para trabajar y gente que no está buscando empleo. También hay que hacer una reflexión profunda sobre la migración, porque necesitamos más personas que vengan a trabajar. 

Sobre la necesidad de mejorar las infraestructuras, principalmente ferrocarril y carretera, hay un pacto entre los partidos políticos. Desde el punto de vista de la economía, ¿qué urge sobremanera?

En eso no tiene dudas nadie. Las infraestructuras son absolutamente prioritarias para que La Rioja sea más competitiva. Antaño, funcionaba el eje del Ebro, Cataluña y País Vasco tiraban y a La Rioja le iba bien. Ahora, el País Vasco ha reducido su tamaño PIB y su sector industrial y Cataluña por las circunstancias que sean tampoco está funcionado;España mira mayoritariamente a Madrid y La Rioja está aislada de Madrid. Si desembarca en Madrid desde Amsterdam, por ejemplo, el CEO de turno de una multinacional y le dicen que hay cuatro proyectos de inversión y uno de ellos puede estar aquí, pero que para visitar La Rioja necesita dos días, pedirá ir a ver los dos siguientes. Es muy difícil de subsanar, porque hemos perdido el tren y no tenemos la capacidad suficiente para hacernos oír en Madrid. 

Hay que focalizar esfuerzos en el ferrocarril y dar por hecho que el aeropuerto no tendrá mucho más desarrollo futuro que el vuelo a Madrid y los cháters que puedan mover los turoperadores?

Francamente, yo no veo la viabilidad del aeropuerto de Logroño. Hubo intentos por parte del anterior Gobierno para hacer enlaces rápidos a otros cercanos. El aeropuerto es deficitario, tiene la capacidad que tiene y no aporta gran cosa. Posiblemente la mejor decisión sería cerrarlo, porque no es viable, pero eso tiene un coste político que hay que asumir. Lo que no podemos es renunciar a las conexiones ferroviarias, porque el trazado era razonable en tiempos de Sagasta pero ahora no es viable. Y queda mucho por hacer en la conexión por carretera y es relativamente fácil;se trata de terminar la autovía A-12 hasta Burgos, desde donde con relativa facilidad estás en Madrid o donde puedes coger un AVE, lo que es más viable que un posible desdoblamiento, aunque fuera parcial, por Soria. 

¿Ve posible que La Rioja sea a corto plazo la región con los impuestos más bajos, como propone Capellán?

No sé si en el corto plazo, pero desde que llegó el PP en esta legislatura ha ido haciendo recortes en materia impositiva. Es cierto que habíamos perdido puestos y estábamos entre las comunidades con una fiscalidad mayor, entendiendo que entre las de régimen común no hay diferencias tan sustanciales. Lo que nos queda por asimilarnos a otras comunidades es el impuesto de patrimonio, que ya está anunciado que se elimina el próximo año, porque sucesiones y donaciones está bonificado al 99%. En renta estábamos altos y en enero bajó hasta 4 puntos.Es decir, no estamos mal. Más allá de las rebajas, nosotros pedimos seguridad jurídica y las polémicas entre azules y rojos sobre subidas y bajadas de impuestos hacen un flaco favor.

¿Y en ese proceso de rebaja fiscal cómo encaja el nuevo impuesto anunciando por el presidente Capellán a las grandes infraestructuras de energía eólica y fotovoltaica?

Esta es una de las llamadas de atención que hace la Comisión Europea de forma reiterada al Gobierno de España, en el sentido de implementar mayores impuestos de carácter medioambiental. Este es más por el efecto visual, pero va en esa línea. Creo que no será desmedido, sino perfectamente asumible. 

El turismo mejora resultados, aunque lejos de las regiones punteras. ¿Hay margen de crecimiento o La Rioja debe ser consciente de que será siempre un destino minoritario?

Sin duda. Nosotros no tenemos playa, pero sí fortalezas y oportunidades enormes. Ningún bodeguero pensaría hace 20 años que su parte de enoturismo podía ser viable económicamente y ahora muchas bodegas tienen una parte de enoturismo que no solo no pierde, sino que gana. Hemos mejorado mucho, pero creo que una de las direcciones generales de este Gobierno que más trabajo tiene por delante es Turismo; se debe coordinar mucho mejor y hay muchas posibilidades para hacer atractiva a La Rioja para ser un lugar de destino que consiga las dos y tres pernoctaciones y no solo una.