El segundo intento del BBVA por fusionarse con el Banco de Sabadell, que depararía, según señala la entidad absorbente, «una de las mayores y más sólidas entidades financieras en Europa» ha despertado el desasosiego entre sus 4.000 empleados en el país, que superan el centenar en La Rioja, con el temor de que se adelgacen las plantillas, como ha sucedido en anteriores procesos similares.
Entre ambas suman 21 oficinas, el 10% de las 204 que a finales de año permanecían abiertas en La Rioja, de las que seis, cuatro en Logroño, una en Calahorra y otra en Santo Domingo operan bajo el Banco de Sabadell, por 15 del BBVA, que está implantada en toda la comunidad. Cuenta con sucursales en Aldeanueva, Alfaro, Arnedo, Calahorra, Cenicero, Ezcaray, Haro, cuatro en Logroño, y una en Nájera, Pradejón, Rincón de Soto y Santo Domingo, según la información del Banco de España.
Iván Domínguez, responsable de la Federación de Servicios de Comisiones Obreras, apunta que hay que esperar al desenlace de las negociaciones para conocer el futuro de oficinas y plantillas, que en el caso del BBVA está formada por 84 empleados, aunque confirma la inquietud entre sus empleados.
Vaticina que, de llegarse a producir, la probabilidad de recortes de activos es elevada, una vez que ambas entidades se solapan en algunos municipios, Calahorra, Logroño y Santo Domingo, y en las reducciones que han aplicado las entidades bancarias en los últimos años.
Trabajador del BBVA, Domínguez teme que las salidas se efectúen mediante ERE, herramienta utilizada en recientes ocasiones, en vez de prejubilaciones, y apuesta por bajas voluntarias si se producen excedentes. «Buscamos la garantía en el empleo y la conservación y mejora de las condiciones salariales y laborales» señala el empleado del BBVA, que recuerda que aunque ambas plantillas se adscriben al convenio de banca, las condiciones salariales y laborales son diferentes, por lo que será necesaria una negociación para unificarlas.
Domínguez augura un mayor volumen de clientes con unas plantillas cada vez más escasas, que han ido adelgazando tras sucesivos ERE, de los que el BBVA ha aplicado uno y el Sabadell tres en los últimos años. «Tenemos una plantilla muy reducida en los últimos años, que hace que sea insostenible el trabajo que debemos realizar», afirma Domínguez, que asegura que se ve afectada la salud de los empleados y la calidad del servicio a los clientes. Argumenta que el sector ha experimentado una concentración «mal realizada», con reducción de empleados y un volumen de clientes creciente, lo que ha deparado exceso de trabajo y «objetivos inalcanzables», sin personal en las oficinas para cubrir ausencias.
«Es un momento de incertidumbre para todos los trabajadores de ambos bancos y esperamos que no suponga consecuencias negativas para los centros o para el personal de La Rioja», ha señalado UGT, que en el ámbito confederal anuncia que no permitirá que sean las plantillas «quienes paguen siempre las fusiones».
¿Qué resultaría? Tercer banco europeo por capitalización y segundo del país, capaz de plantar cara al Santander, con 1,03 billones de activos. La entidad resultante sumaría 3.084 oficinas en España
¿Afectará al cliente? Los ahorradores no deberían sentir cambios en sus condiciones. Si ocurre como en ocasiones anteriores, los clientes de la entidad absorbida, en este caso el Sabadell, pasarían a serlo de la absorbente sin tener que realizar ningún trámite. La nueva entidad sumaría 100 millones a nivel mundial
¿Y a los empleados? El BBVA señala en la carta a sus accionistas que la operación se llevaría a cabo sin la adopción de medidas traumáticas o que afecten singularmente a los empleados con origen en una de las dos entidades
¿Y a los accionistas? El BBVAha ofrecido una acción por cada 4,83 del Banco Sabadell, que supone una prima² del 30% sobre el cierre del pasado 29 de abril; para los del BBVA, según la carta, desde el primer año tras la fusión alcanzaría una mejora en el beneficio del 3,5% por acción