Sufrió y mucho la Unión Deportiva Logroñés para tumbar al Náxara en La Salera. Tanto, que no fue hasta el último cuarto de hora cuando, en una acción aislada, Ugarte aprovechó un rechace a tiro de Madrazo y descorchó la botella de los goles blanquirrojos, que anotaron hasta dos más en el tramo final del partido para tumbar al equipo najerino y acabar convirtiendo una plácida tarde de domingo en pesadilla, al prácticamente condenarlo al descenso a Tercera RFEF.
Josean García optó por la alineación que viene repitiendo en las últimas jornadas en La Salera y que tan buenos resultados le había dado. Con Pradas bajo palos, línea de cuatro formada por Juan García y Ochoa, con Viti en el lateral derecho y Loza en el carril opuesto. La medular era para Alex Merino y Miguel Martínez, con Villos y Hernández en las bandas izquierda y derecha, respectivamente. Arriba, doble punta, Orodea y Aitor Lorá.
Por su parte, Diego Martínez, conocedor en profundidad de La Salera, contaba con las bajas de Arias, Monreal y Facchin por sanción. Por ello, saltó al terreno de juego najerino con un once compuesto por Alex Daza bajo palos, Titi, que regresó a la titularidad, Ugarte, Codina y Yasín completando la zaga defensiva. El centro del campo, sin Urcelay, recayó en los pies de Sarriegi y Javi Cobo, con Goti en el extremo izquierdo, Aitor Seguín en el zurdo y Yurrebaso en punta, con un Madrazo alejado de su posición de banda natural y desempeñado tareas entre la media punta y el falso '9'. A la postre, funcionó.
En la primera mitad el juego fue el que quiso el Náxara. Los blanquirrojos no consiguieron escapar del entramado najerino y, desde un inicio, se vieron sometidos al juego que plantearon los expertos en su propio feudo.
En ese fútbol de disputa, juego directo, pelotazos, centros, intensidad y balones colgados, fue el Náxara quien dio el primer toque de corneta.Antes de cumplir el primer cuarto de hora, Miguel remataba un centro lateral al fondo de la red para el estallido de júbilo de la parroquia local. Sin embargo, y con mucha controversia, el gol no subió al marcador al indicar Andrade del Olmo posición antirreglamentaria.
Pasaban los minutos en La Salera sin ocasiones para ninguno de los dos conjuntos. La intensidad y los duelos eran constantes, pero las llegadas, prácticamente inexistentes. Ningún bloque fue capaz de dar con la tecla para desactivar a su rival y, con un disparo muy alejado de la portería que salió de los pies de Seguín, se llegó al descanso en Nájera con el marcador inmóvil.
Tras la reanudación, los primeros minutos se mantuvo el mismo guion del primer acto. Al Náxara le apretaba la necesidad de los tres puntos en una situación límite y a la UDLogroñés, de igual manera, pero para dejar sentenciado el tercer puesto y mantener la persecución con el Barakaldo. Llegaron los cambios y, con ellos, el dinamismo y los goles. Josean dio entrada a Miguel Pérez y Sotelo por Aitor Lorá y Orodea, si bien Diego Martínez utilizó la misma ventana para que entraran Jony y Compa por Yurrebaso y Seguín.
La UDLogroñés se empezaba a notar más cómoda sobre el terreno de juego y poco a poco parecía inclinar el campo hacia el área local, pero sin encontrar el gol ante un Náxara que, a la vez, comenzaba a evidenciar muestras de cansancio. Jony remató picado y su intentó se estrelló en la madera.
Instantes después, un disparo de Madrazo desde la frontal también lo repelió el travesaño, pero no el rehace de Andoni Ugarte, que abrió la lata para los visitantes al introducir el esférico al fondo de las mallas.
Un par de minutos después, el Náxara no tuvo la contundencia necesaria para despejar un saque de esquina y, en una segunda jugada, Urcelay centró al segundo palo para encontrar a el remate de un Carlos Bravo que se adelantó a su marca y imprimió un testarazo que se coló por la escuadra.
A partir de ahí, comenzó el asedio visitante, que vio rematada su faena con otro tanto de Ugarte, también al aprovechar un rechace a la falta botada por Urcelay.
Victoria sufrida de la UDLogroñés contra el Náxara en La Salera que permite a los blanquirrojos sentenciar la tercera plaza mientras que condena a los najerinos, que se encuentran al borde del descenso matemático, a 12 puntos del descenso a falta de 12 por jugarse.