La fortuna para las personas que padecen apneas obstructivas del sueño es que hay tratamientos efectivos contra ellas. La jefa de sección de neumología y coordinadora de la unidad de sueño y ventilación, Alejandra Roncero, informa que el principal tratamiento de las apneas en adultos, principalmente son intentar perder peso, cenar ligero, que no haya alcohol en las cenas y dormir de lado en la cama.
«Pero el tratamiento por excelencia y que mayor evidencia hay de que corrige este problema es el CPAP», asegura Alejandra Roncero. Explica que el CPAP es un dispositivo que consta de una mascarilla que se coloca en la nariz y en la boca del paciente, que a su vez, está conectada a un tubo que va unido a una maquina que es un compresor de aire. «Ese aire mantiene la vía aérea abierta durante toda la noche para evitar el colapso y que se cierre», detalla la doctora.
En La Rioja hay más de un 90% de adherencia y cumplimiento del tratamiento con CPAP. La doctora informa que su unidad hace 10 polisomnografías a la semana en adultos, «que son estudios específicos y completos que se hacen a pacientes que están ingresados en el hospital y a los que se les miden todas las fases del sueño». «Les colocamos un electroencefalograma en la cabeza y vemos si está dormido o si se despierta de forma secundaria a una apnea, entre otras cosas», apunta la especialista.
También se hacen estudios del sueño a domicilio pero «son mucho más simples», concretamente se hacen entre 35 y 40 a la semana. Comenta que es una poligrafía con la que no se mide si una persona está dormida o despierta pero «se ve como respira, como es su movimiento respiratorio, cual es la posición del paciente o como es su saturación de oxígeno».
De los 16.138 pacientes atendidos entre 2018 y 2022, unos 14.957 usaron el CPAP. De estos, 2.587 lo usaron en 2018, 2,872 en 2019, 3.002 en 2020, 3133 en 2021 y 3363 en 2022, lo que significa un aumento del 29% en estos cinco años.
Los datos también ofrecen una estadística del total de pruebas que se realizan a los pacientes, tanto hospitalarias como domiciliarias. En el año 2022 se realizaron 3.082, en 2021 se hicieron 2.604 pruebas, en 2020 unas 2.199, en 2019 unas 3.002 y en 2018 unas 2.672. Si se compara entre estos cinco años, se observa un aumento de pruebas del 15,3%.