El Gobierno pagará 13 de los 40 millones de litros a destilar

Feli Agustín
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134 bodegas, el 35% de las de La Rioja, apunta para destilación la misma cantidad que calcula el Consejo, que el Ejecutivo pagará a 1,13 euros el litro, con especial atención a pequeñas y cooperativas

Sala de barricas de una bodega de Rioja. - Foto: Óscar Solorzano

En un tono crítico, con acusaciones directas al sector, la consejera de Agricultura, Eva Hita, ofreció ayer los datos sobre el proceso abierto para la destilación de crisis, en el que 134 bodegas «de todas las tipologías», el 35% de las 384 activas de La Rioja, han comunicado su voluntad de convertirlo en alcohol 40 millones de litros de vino. Esta suma se corresponde con la calculada por el Consejo Regulador, que el pasado 13 de marzo estimó necesario destilar 60 millones en el conjunto de la Denominación para lograr reequilibrar un sector que sufrió el año pasado un descenso en las ventas del 1,2%.

Para este proceso, Agricultura destinará 15 millones de euros y abonará 1,13 euros por litro, suma que obtiene de los análisis de costes de producción que recoge el Observatorio de Precios, que cifra los gastos medios en la última campaña en 1,07, más la actualización del IPC, lo que cubrirá 13 millones de los 40 que se pretende destilar.

Hita, que señaló que «no se trata de un tema coyuntural o casual», apuntó que es la voluntad del Gobierno favorecer a las cooperativas, las sociedades agrarias de transformación y las pequeñas bodegas familiares por su papel como «palancas económicas ligadas al territorio, generadoras de riqueza, principalmente en el mundo rural, y de asentamiento de población en nuestros municipios». 

Por ello, serán estas sociedades las más favorecidas por la ayuda gubernamental y recibirán ayuda para los vinos que representen como máximo un 20% sobre sus existencias totales por añada; mientras que para el resto de bodegas, la suma será para un máximo del 15% de volumen amparado.

«El Gobierno de La Rioja ha demostrado en todo momento proactividad y responsabilidad, afirmó la responsable regional de Agricultura, que exigió un compromiso «claro y contundente» por parte del sector.

Bien, pero tarde. La vitivinicultura de La Rioja coincide en apreciar la cantidad consignada por litro, pero entiende que la suma global, además de ser insuficiente, se ha demorado en el tiempo.

Así lo entiende Igor Fonseca, secretario general de ARAG-Asaja, quien, sin perjuicio de valorar los 1,13 euros a pagar por litro, resalta  la existencia de un problema que ya comunicó el sector «hace bastantes meses». «Lamentamos esta perdida de tiempo que podía haberse evitado», opina Fonseca, que alaba la discriminación positiva hacia pequeñas y medianas bodegas y cooperativas, las más afectadas por el excedentes.

El representante de ARAG pide la concreción con prontitud de las bases reguladoras, porque «cuanto antes consigamos destilar ese sobrante, antes se recuperará el mercado del Rioja».

Roberto Salinas, responsable vitivinícola de la UAGR, estima que cooperativas y pequeñas bodegas deberían recibir ayuda para destilar el 25% de sus existencias por añada, y el resto el 15%, con el foco en los vinos más jóvenes. «Si es un problema de  estos años, deben convertirse en alcohol  los vinos de estos años», razona el representante de la Unión de Agricultores, que insiste en que deben tener prioridad aquellos que no haya realizado ninguna transacción. 

Néstor Alcolea, secretario de organización de UPA, constata que los 15 millones son «insuficientes»,  aunque apunta que el precio por litro es «más que digno» , pero  discrepa de la exigencia de que el porcentaje a destilar sea en función de las existencias por añada. «Se trata de quitar el vino de menos calidad, y no tiene por qué estar repartido entre añadas», señala Alcolea, que opina que la Administración debe realizar mayor aportación hacia las pequeñas bodegas «que son las que peor lo han pasado y tienen menos margen de maniobra».

¿De dónde saldrá el dinero? Julián García Plisson, gerente de las cooperativas de La Rioja (Fecoar), valora el precio a pagar, pero se pregunta «de dónde van a salir esos 15 millones». Reflexiona que «parte puede venir de lo que le corresponde a La Rioja para reestructuración o inversiones, pero faltarían  varios millones, a ver cómo lo sacan, es dinero público al final», razona García Plisson, que aprecia que las cooperativas se encuentran en el grupo de los más beneficiados, «que es como mejor se incide en la rentabilidad  de forma directa en el sector». Coincide con el resto de operadores en que la respuesta del Gobierno riojano ha llegado casi en tiempo de descuento porque «conocen el problema desde hace meses».

El director del Grupo Rioja, Íñigo Torres, cree que el paso dado por la consejera es positivo, con una cuantía por litro «coherente» pero «insuficiente, además de tardía» en términos globales. «Hemos perdido bastante tiempo», señala Torres, que subraya que la cantidad total consignada solo podrá hacer frente a una tercera parte de lo solicitado.

«Estamos en una situación excepcional y hemos pedido ayudas por primera vez de manera excepcional», afirma el responsable del Grupo Rioja, que advierte de que «si estas ayudas no llegan, es posible que viticultores o cooperativas tengan problemas para entregar la producción» esta campaña.

Eduardo Hernáiz, representante de Bodegas Familiares, destaca que «por fin» se ha reaccionado porque el sector «pedía a gritos» medidas para la destilación que, reitera, cubrirán solo 13 millones de litros, pero con un precio «atractivo» para quitarlos del mercado. El propietario de bodegas La Emperatriz considera que la cuantía global es un poco «justa» para un sector tan importante para la economía riojana, que no había pedido nunca ayudas, por lo que opina que el Gobierno podía «haber hecho un esfuerzo mayor», porque va a repercutir en el bienestar general.

Permiso de la UE o marco excepcional..Eva Hita explicó que, antes de materializar al ayuda a las bodegas, su Gobierno ha de redactar un informe que ha de remitir al Ministerio para que, a su vez, lo envíe a la Unión Europea que, dijo, ha de dar el visto bueno al proceso de destilación. Al respecto, Igor Fonseca, destaca que el Gobierno vasco, que también ha establecido un paquete de ayudas, las ha encuadrado en un marco excepcional y temporal que abrió la UE para hacer frente a las consecuencias de la guerra de Ucrania. «Si el Gobierno de La Rioja quiere pedir permiso a Bruselas para gastarse sus propios fondos, entendemos que esa autorización tiene que ser muy ágil y debía haberse tramitado ya», argumenta el responsable de Asaja, que justifica su percepción en el hecho de que el «celo» que emplearía la Comisión Europea con recursos propios no es el mismo que el que aplicará a los ajenos. Yeso, añade, sin perjuicio de que le proceso debe ser «claro, transparente, responsable y riguroso» al ser fondos públicos.

El Gobierno vasco ha previsto destinar 8 millones de euros para la destilación de vinos de Rioja Alavesa, que ha reducido ventas  «a raíz de la fuerte inflación global acelerada por la invasión rusa en Ucrania, que ha incidido en una crisis de suministros o el fuerte encarecimiento de las energías».