Unas 6.000 personas han madrugado este jueves para participar del tradicional "bautizo" de la Batalla del Vino de Haro, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, con unos 30.000 litros de vino lanzados con todo tipo de "armas" desde muy temprano.
El entorno de la ermita de los Riscos de Bilibio, localizada a unos 6 kilómetros de Haro, se ha teñido de vino desde primera hora de esta mañana, cuando varios miles de personas vestidas de blanco y con el tradicional pañuelo rojo han empezado esta batalla incruenta antes de la misa tradicional, que, se supone, debe preceder al lanzamiento del vino.
Una joven muestra su alegría en plena 'batalla'. - Foto: Óscar Solorzano
La Batalla del Vino de este año, que ha transcurrido sin incidencias, ha contado con las "armas" habituales, como pistolas de agua, cubos, botellas y, algunos, han vertido de forma directa los cartones de vino sobre los participantes, que han acabado teñidos de su color característico.
Miles de personas acaban teñidos de vino. - Foto: Óscar SolorzanoLos "batalladores" de esta edición, a la que el Ayuntamiento de Haro ha aportado 8.000 litros de vino, han peregrinado, algunos, a pie, otros, en autobuses y coches particulares, hasta los Riscos de Bilibio, muchos de ellos, sin descansar después de una noche de fiesta.
PASÁRSELO BIEN
Entre quienes sí que han respetado la tradición de pasar por la misa de la Ermita de San Felices antes de acudir a la batalla se encontraba la alcaldesa de Haro, Guadalupe Fernández.
Antes de acceder a la ermita, Fernández ha recordado a EFE que "la Batalla todavía no tiene que empezar, hasta que termine la misa", y, aunque "sí que es cierto que con tanta gente, las tradiciones se pierden, estamos encantados de recibir a todos los que quieran venir".
"Vengo como alcaldesa, pero también con mi familia para celebrarlo", ha destacado Fernández, quien ha apuntado que, pese a no haberse metido en plena batalla, "a la alcaldesa había que mojarla" y ya lucía manchas de vino en su atuendo; "la gente solo quiere pasárselo bien", ha apuntado.
Una de las participantes que ha acudido a la Batalla a "pasárselo bien" ha sido Chenoa Abaitua, una joven jarrera ya habitual de esta celebración "desde pequeña", como ha indicado a EFE, porque "es el mejor día del año, solo de pensarlo, se me pone la piel de gallina".
"En la furgoneta (de subida a la batalla) ya me he manchado entera, lo que es un poco trampa, pero bueno", ha indicado mostrando las manchas de vino que ya habían teñido su traje antes de entrar a la zona de Batalla.
Así, mientras que algunos participantes cumplen con esta fiesta desde bien jóvenes, otros han acudido por primera vez este jueves a "bautizarse" y, de forma probable, no será la última edición que visiten.
Es el caso de Linsey Vanderbilt y su familia, natural de California (Estados Unidos) y residente del Bilbao, quien ha acudido por primera vez a esta batalla animada por "un amigo que nos ha explicado cómo es y estamos aquí para ver y aprender", para lo que se han preparado con su propia munición de vino, ha explicado a EFE.
Ha asegurado que "está siendo muy divertido hasta ahora", a lo que, sin duda, ha contribuido que el buen tiempo haya acompañado y no haya llovido para que los "batalladores" pudiesen tanto lanzarse vino como, luego, encontrar un hueco de sol en el que secarse.