El Colegio de Farmacéuticos de La Rioja tiene nuevo presidente desde el pasado 17 de septiembre. Miguel Ángel García (6/11/1955) es el nuevo capitán de esta institución médica riojana, un farmacéutico con mucha experiencia que abrió su farmacia en Nalda el 14 de agosto de 1981.
García recibió a El Día de La Rioja en el despacho que tiene en la sede del Colegio, donde se puede ver una vitrina llena de objetos relacionados con la profesión, ya sean antiguos o actuales. Durante esta charla se mostró abierto y relajado, y habló de temas como las farmacias rurales, nuevas leyes y futuros proyectos.
¿Qué tipo de farmacéutico es?
Siempre he ejercido en mi farmacia de Nalda, por lo tanto, soy un farmacéutico rural. Estoy encantado de haber empezado y haber trabajado en ese pueblo, que tiene unas personas maravillosas.
¿Por qué abrió su farmacia?
Fue el destino. En realidad fue gracias a una persona que conocí, que había estado de médico en Nalda y era amigo de mi hermano. Me dijo que fuera a Nalda a abrir la farmacia aunque yo soy de Baños de Río Tobía. Yo no tenia ninguna relación con Nalda en ese momento.
Cuáles son las partes positivas y negativas de ser farmacéutico?
Las ventajas que tiene ser farmacéutico son que tienes contacto con mucha gente y puedes ser de mucha ayuda porque la ciudadanía te pide consejo. Hay que tener en cuenta que una de cada cinco personas que entra a la farmacia no va solo a pedir medicamentos, sino que va a solicitar información o a resolver dudas. Lo fundamental del farmacéutico es el contacto con la gente y la cercanía, entre otras cosas.
En cuanto a las desventajas, no hay ninguna.
¿Cómo ve a la farmacia rural?
La Rioja es de las comunidades autónomas que más farmacias tiene en los pueblos pequeños. El problema es que son farmacias que económicamente tienen muchas dificultades para el día a día y sobrevivir. No llegan al ratio de habitantes para que sean más o menos viable. En el 2019-2020 se firmó un convenio para establecer un programa para que las farmacias rurales puedan preparar los sistemas dosificados personales (pastilleros), crear escuelas rurales de salud y realizar un seguimiento farmacoterapéutico.
Todo esto lo estamos empezando a poner en marcha con la consejería de sanidad. Esto es un servicio que tiene que ser remunerado para el farmacéutico. De esta manera se va a ayudar a que las farmacias sean más viables, sobrevivan y además, van a dar más servicio asistencial a la población.
¿Cómo se van a conseguir estos planes?
Haciendo un protocolo con la administración. La primera acción será preparar semanalmente los pastilleros de las personas que viven solas y estén polimedicadas, además de controlarles la medicación para que se la tomen. Por este trabajo van a recibir una remuneración. Luego se realizarán más acciones, y de esta forma se revitalizará la farmacia rural.
¿Cuales son los proyectos más importantes que tiene ahora?
El proyecto más importante es la aprobación de una nueva ley de ordenación farmacéutica en La Rioja. Esta en fase de exposición publica y luego irá al Parlamento. Esta ley es el marco jurídico que establece todo sobre la actividad farmacéutica en todos lo niveles de La Rioja. La anterior es de 1998 y hay que cambiarla.
Esta ley dará un marco que va a regular la farmacia y la actividad farmacéutica porque no solo los farmacéuticos están en la farmacia, sino que hay farmacéuticos en la farmacia hospitalaria, en la administración pública o en la sanidad publica. En La Rioja somos alrededor de 500 farmacéuticos y 50 están trabajando en esas actividades. La ley va regular todo lo relacionado con la capacidad asistencial de la farmacia, algo que antes no se contemplaba.
¿A qué se refiere con capacidad de asistencia?
Quiero decir que las farmacias no solo va a dispensar medicamentos, sino que van a dar un servicio en el que alguien entre a la farmacia y en el momento que recibe un medicamento, el farmacéutico le va a informar y orientar. Otro cambió será el hecho de que el farmacéutico podrá decir si una persona tiene que ir al medico o no en base a unas preguntas que le formule.
También se va a regular la asistencia a domicilio, es decir, habrá personas que no puedan venir a la farmacia y se le pueda llevar la medicación a su casa.
¿Tiene nuevas ideas?
Se pueden hacer más acciones relacionadas con la farmacia asistencial. Por ejemplo, en la campaña de vacunación podríamos vacunar aunque en España aun está prohibido.
Otra cosa que podríamos hacer los farmacéuticos es encargamos de llevar los medicamentos hospitalarios a la farmacia que el paciente quiera, y así, se ahorra un viaje o un servicio de mensajería. Queremos colaborar más con la farmacia hospitalaria y mejorar la vida de los pacientes. Todo esto va a ir en beneficio de los riojanos y riojanas.
El presidente del Consejo General de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, declaró hace unos meses en una entrevista que «las farmacias y sus profesionales están desaprovechados en España». ¿Está usted de acuerdo?
Estoy muy de acuerdo. Creemos que el farmacéutico está totalmente desaprovechado porque tenemos que tener un papel más relevante en la sanidad, es decir, tenemos que trabajar mejor con los centros de salud y los hospitales. Podríamos resolver muchos problemas que tiene el paciente y no necesitaría volver o comunicarse nuevamente con el centro de salud.
¿El colegio ha mejorado su servicio a la ciudadanía?
Ahora hay un programa que se llama FarmaHelp, que conecta a todas las farmacias de tal manera, que si una persona acude a por un medicamento pero no hay, el farmacéutico automáticamente se pone en contacto con las farmacias adheridas a este programa y aparece en cual de ellas está el medicamento. Este programa resuelve 7 de cada 10 problemas relacionados con encontrar algún medicamento que la gente necesita.
Ahora La Rioja cuenta con 158 farmacias. ¿Pero faltan farmacéuticos?
Faltan muchos, así que tenemos un problema grave con este tema. Se debe a que hay mas oferta de puestos de trabajo que demanda. Se han aumentado mucho los puestos de farmacéuticos en las farmacias, ya que no solo está el titular, sino el adjunto, y ahora hay muchos adjuntos.
Aunque el problema fundamentalmente está en el medio rural porque los nuevos farmacéuticos no quieren ir debido a la jornada. En Logroño es horario continuo, mientras que en el mundo rural es jornada partida.