Efectivos de la Guardia Civil en La Rioja, en el marco de los servicios orientados a prevenir y perseguir el tráfico de sustancias estupefacientes, han culminado en la localidad riojana de Calahorra la denominada operación 'Graphes', que se ha saldado con la desarticulación de un entramado criminal y el desmantelamiento de la cadena de distribución de droga en La Rioja Oriental.
Por estos hechos, han sido detenidas cuatro personas como presuntas autoras de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas. Se trata de dos varones y dos mujeres, con edades comprendidas entre los 46 y 51 años, naturales de España y Colombia, residentes en Calahorra, informa Europa Press.
Uno de los detenidos es el principal proveedor de estupefacientes de La Rioja Oriental, responsable de procesar y distribuir significativas cantidades de sulfato de anfetamina a pequeños traficantes para su venta al menudeo. El otro varón detenido es un pequeño traficante que adquiría la droga para su distribución a nivel minorista. Las dos mujeres han sido detenidas como cooperadoras necesarias, ya que, conscientes de la actividad ilícita de ambos traficantes, se lucraban de las ganancias obtenidas.
FÉRREAS MEDIDAS DE SEGURIDAD
La operación 'Graphes', que ha permitido desmantelar los eslabones de la cadena de distribución de drogas en La Rioja Oriental y localidades limítrofes, ha requerido un arduo trabajo por parte de los agentes que la han desarrollado, ya que ambos traficantes actuaban de manera meticulosa y con fuertes medidas de seguridad para no ser detectados a la hora de llevar a cabo la transacción de droga por dinero.
Los dos traficantes habían establecido sus bases de operaciones en sendas viviendas del casco antiguo de Calahorra, aprovechando la ubicación estratégica de la zona, que, por sus características demográficas y de difícil acceso, complicaban en extremo las labores policiales de obtención de pruebas.
Para reforzar su seguridad, uno de los detenidos contaba con un sistema de videovigilancia y con los denominados en el argot policial como "machacas" y "aguadores", encargados de dar la alerta en caso de detectar la presencia policial, convirtiendo su inmueble en una fortaleza casi inexpugnable, con el objetivo de tener un margen de maniobra suficiente para deshacerse de la droga en caso de un registro domiciliario.
INICIO DE LAS ACTUACIONES
A principios de enero, agentes del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil en Calahorra tuvieron conocimiento, a través de una denuncia anónima recibida en el correo colabora@guardiacivil.org, de un "trasiego inusual de consumidores habituales de sustancias estupefacientes" en varias calles del casco antiguo de la localidad, generando una sensación de "inseguridad", "alarma y malestar" entre los residentes de la zona.
Durante las primeras semanas, los investigadores consiguieron ubicar los inmuebles utilizados como punto de venta, además de identificar a las dos personas que estarían llevando a cabo los hechos, siendo estos viejos conocidos de los agentes y con amplia experiencia en la adopción de medidas de seguridad para detectar la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Esto motivó un cambio drástico en los sistemas de seguimiento, vigilancia y control sobre ambos individuos, desplegándose en la zona agentes del Equipo Pegaso con drones para llevar a cabo el control aéreo de todo el perímetro de actuación.
Una vez perfilado el modo de actuar de ambos traficantes y recopiladas todas las pruebas que les incriminaban en un presunto delito contra la salud pública, se procedió a solicitar a la autoridad judicial el pertinente mandamiento de entrada y registro del inmueble. Tras concederse, medio centenar de agentes llevaron a cabo un cierre perimetral del casco antiguo. Seguidamente, agentes de la USECIC ejecutaron la entrada sorpresiva en las viviendas, procediendo a la neutralización de los traficantes.
11.660 DOSIS DE SULFATO DE ANFETAMINA
Durante el registro se intervinieron 2.915 gramos de sulfato de anfetamina, 8.888 euros, pequeñas cantidades de LSD, polen de hachís y marihuana, además de todos los elementos necesarios para la dosificación, pesaje y empaquetado de droga, así como anotaciones y documentación para su análisis y estudio. Con el speed intervenido, una vez adulterado y antes de su salida al mercado, se podrían haber elaborado 11.660 dosis, valoradas en 125.578 euros.
Durante la operación 'Graphes', los investigadores han contado con la colaboración de efectivos de la USECIC, el Servicio Cinológico con perros especializados en la búsqueda de drogas, el Equipo Pegaso con drones, el Área de Investigación de Arnedo, el Área de Investigación de Calahorra y Patrullas de Seguridad Ciudadana.
La investigación ha sido coordinada por el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Calahorra y el Ministerio Fiscal, que han decretado el ingreso en prisión de los dos varones detenidos y la libertad con cargos de las dos mujeres.