La endometriosis afecta a 16.570 mujeres en La Rioja

David Hernando Rioja
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Esta enfermedad crónica se produce cuando el tejido similar al endometrio crece fuera del útero y afecta a órganos del cuerpo. Piden una detección precoz y un equipo multidisciplinar

Sandra Marcos e Isabel Gurrea, dos afectadas por endometriosis, frente al hospital de Calahorra - Foto: Carlos Caperos

Existen enfermedades que no son muy conocidas entre la ciudadanía pero afectan a una gran parte de ella. Algunas de ellas incluso podrían ser consideras invisibles o que no se toman lo suficientemente en serio como se debería.

Una de estas es la endometriosis, una enfermedad crónica que se produce cuando el tejido similar al endometrio crece fuera del útero. Este tejido puede adherirse a los ovarios, trompas de Falopio, intestinos, recto, vejiga o al revestimiento de la zona pélvica. 

Afecta a un número importante de mujeres, entre un 10 y un 15% de la población femenina. Esto se se traduce en más de 2 millones en España, 14 millones en Europa y 176 millones en todo el mundo, según la Asociación Estatal de Afectadas de Endometriosis.

Dicha asociación también estima que en La Rioja podrían ser 16.570 mujeres afectadas por esta enfermedad. Otro dato es que esta enfermedad está fuertemente asociada a los casos de infertilidad o subfertilidad, manifestando síntomas tanto de dificultad para concebir como para llevar a término un embarazo. 

El problema más graves es que todavía no existe un tratamiento curativo para dar una solución a estas mujeres. Solo existen tratamientos con los que se pretende que no avance más la enfermedad, y de esta forma, obtener más calidad de vida y que no padezcan tanto dolor. Desde la asociación apuntan que también ayuda acudir a sesiones de fisioterapia y nutrición para bajar la inflamación y tener menos dolor.

La delegada en La Rioja de la Asociación de Endometriosis (ADAEC), Sandra Marcos, denuncia que el Sistema Nacional de Salud tarda mucho en diagnosticarla, entre 8 y 10 años. «Esto se debe a que puede haber una falta de información o de derivación hasta que las pacientes llegan al departamento adecuado o a los médicos que se encargan de la endometriosis», lamenta.

Uno de los mayores problemas es que el dolor menstrual se tiende a normalizar y no se piensa que sufren de endometriosis. Desde la asociación reclaman una mayor detección precoz de la enfermedad y más formación de los profesionales de salud en cuanto a la endometriosis. «Existe una guía nacional sobre esta enfermedad pero no se está aplicando ni se conoce», critica la delegada. 

Marcos también pide la creación de un equipo multidisciplinar en La Rioja, como existen en ciudades como Barcelona y Madrid. «Son mujeres que no solo necesitan tratamiento ginecológico, ya que esta enfermedad afecta a muchos órganos del cuerpo, por lo que necesitarían que las viera un ginecólogo, un digestivo, un nutricionista, psicólogos o cirujanos torácicos», detalla.

Un punto a favor para La Rioja en cuanto a esta enfermedad es que es una de las comunidades con menos lista de espera para acceder a los tratamientos de fertilidad. En estos momentos es de ocho meses aunque hace un par de años era de seis meses.

Una de las ventajas es que las mujeres que padecen endometriosis y no quieren ser madre en ese momento pueden tener acceso a la preservación de su fertilidad mediante la congelación de óvulos, una situación que en otras comunidades no se produce. Pese a esto, Marcos reclama que se agilicen los tiempos de espera.

Grados. La endometriosis cuenta con diferentes grados de afectación, que dependen de los órganos afectados. «Un quiste en un ovario no es lo mismo que tener endometriosis por toda la cavidad pélvica o tener endometriosis que afecta a intestinos, riñones y cerebro», detalla Sandra Marcos. 

La delegada apunta que hay casos más raros que otros pero «cuando la endometriosis está extendida, se van elevando los grados de afectación». Añade que según el grado que se tenga, cambia el dolor y la calidad de vida. 

La detección de esta enfermedad tiene varias fases. Marcos explica que los médicos expertos dicen que lo primero que hay que hacer es escuchar a las pacientes porque «no es normal tener dolor al mear, defecar, en las relaciones sexuales o sufrir un dolor incapacitante durante las reglas que no se pasa con un ibuprofeno o con un analgésico».

El siguiente paso sería hacer una exploración por imagen mediante una ecografía. Otras veces no es suficiente, y ahí entraría resonancias y la diagnosis por imagen con contraste.

La última forma de diagnosticarla sería con una laparoscopia. «Cuando están todos los indicios de una endometriosis pero la imagen no se ve, realmente hay que investigarlo porque hay algo que no va bien», concluye la delegada de la asociación en la región.