Fiscal ve asesinato pero no pide cárcel por atropello de Haro

R. Muro
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Fiscalía contempla la eximente completa por «anomalía psíquica» y reclama su ingreso en «un centro adecuado». Las acusación particular solicita una pena acumulativa de 52,5 años

Los sanitarios atienden tras el biombo a los heridos en la noche de los fatídicos hechos - Foto: Óscar Solorzano

El ministerio fiscal ve un delito de asesinato por el fallecimiento de una persona en el atropello ocurrido en el centro de salud de Haro en septiembre de 2023 y otros cinco delitos de asesinato en grado de tentativa por los heridos que originó el conductor que en ese momento conducía acompañado de sus padres. Ahora bien, la Fiscalía en su escrito considera que concurre la eximente completa de anomalía o alteración psíquica del autor de los hechos por lo que reclama su internamiento para tratamiento médico en un establecimiento adecuado por un tiempo no superior a 25 años y evita así la solicitud de prisión.

Por su parte, la acusación particular que representa a la pareja del fallecido reclama 15 años de prisión por un delito de homicidio consumado y otros cinco de homicidio en grado de tentativa por los que reclama 7 años y 6 meses por cada uno de ellos, es decir, una pena acumulativa de 52,5 años. Una petición que se mueve en la misma línea que el resto de acusaciones particulares personadas en la causa y que juzgará previsiblemente en diciembre mediante tribunal del jurado. En este caso, las acusaciones particulares condicen en considerar al autor de los hecho como imputable al margen de la anomalía psíquica descrita.

De hecho, en su descripción de los hechos, el fiscal admite la citada anomalía pero también plasma que M.O.R. conserva «la capacidad para atender el requerimiento de sus padres y conocimiento y destreza suficiente para conducir vehículo a motor». Detalla el ministerio público que el acusado se dirigió hacia el centro de salud de Haro y «una vez allí, viendo a una pluralidad de trabajadores sanitarios, aumentó la velocidad del vehículo y se dirigió hacia ellos» sin que éstos «pudieran evadir la trayectoria».

Tras arrollarlos, prosigue el ministerio público en su escrito, no se detuvo e incluso realizó maniobras «para volver a arremeter contra los mismos». Fue el padre del acusado el que observando las intenciones de su hijo, accionó el freno de mano para evitar un segundo atropello. El fiscal considera que el autor de los hechos «tenía voluntad de acabar con la vida» de los sanitarios «o al menos dicha posibilidad se presentaba como posible». Uno de los sanitarios falleció en el acto. La Fiscalía alude así a que M.O.R. sufre esquizofrenia paranoide y «en el momento de los hechos presentaba una alteración del juicio de la realidad de tal intensidad que abolía sus capacidades de entender y de obrar determinando una afectación en las bases psicobiológicas de su imputabilidad». 

El autor de los hechos permanece privado de libertad desde el 6 de septiembre de 2023, un día después del atropello múltiple ocurrido  hacia las 22 horas de la noche anterior.  Las acusaciones, sin embargo, no observan, tal y como reflejan en sus escritos, circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal. Es decir, consideran imputable al autor de los hechos y en consecuencia reclaman pena de prisión.