Esta situación anticiclónica con altas temperaturas no ayuda a la situación de sequía por la ausencia de precipitaciones que padece La Rioja y muchas otras zonas de España. De hecho, las previsiones a corto y medio plazo no ofrecen una perspectiva nada halagüeñas: la lluvia no hará acto de presencia en las próximas semanas. «Estamos ante el abril más seco desde 1995», advierte Pellitero, «según los pronósticos, la posibilidad de lluvia en la próxima semana está por debajo de lo normal. Puede que fallen los pronósticos, de hecho ya lo hicieron el pasado domingo cuando la cantidad de las precipitaciones superaron las previsiones. Y eso es bueno, es preferible que el pronóstico falle pero que llueva».
Sin embargo, esos pronósticos no prevén que pueda llover durante las primeras semanas de mayor. De hecho, la previsión es que las precipitaciones estén por debajo de lo normal para esa época del año. La estación de Agoncillo recogió en lo que llevamos de año unos 24,4 litros cuando lo normal es que se superan lo 46. «Marzo ha sido un mes muy seco con un 24% menos de lluvia y abril sigue por debajo de lo normal», sentencia el experto.
Por todo ello, Logroño va a estudiar el reducir los baldeos de calles, sobre todo donde la limpieza pueda hacerse por otros métodos, y va a pedir a sus ciudadanos concienciación sobre el consumo de agua, a la espera de tener que adoptar otras medidas de restricción, en función de las lluvias que caigan en mayo. Así lo explicaron el consejero de Medio Natural de La Rioja, Álex Dorado, y los concejales de Desarrollo Urbano Sostenible y Medio Ambiente, Jaime Caballero y José Manuel Zúñiga, respectivamente, tras mantener una reunión para analizar la situación de sequía en la ciudad.
El abastecimiento de agua de boca, que es prioritario, está garantizado, aseguraron, y, de momento, no hay restricciones porque la situación marcada por la Confederación Hidrográfica del Ebro es de «alerta en la cuenca del bajo Iregua, de la que depende Logroño. Sin embargo, esa situación se evalúa de forma periódica hoy mismo hay una reunión en la que se abordará- y esa clasificación podría cambiar a emergencia, en especial en función de las lluvias que caigan en mayo, lo que daría lugar a situaciones diferentes, relacionadas, posiblemente, con los riegos o con el llenado de piscinas privadas».
Mirando al cielo. El consejero subrayó la «coherencia» y «valentía» del Ayuntamiento de Logroño por las medidas que ha adoptado desde el inicio de legislatura para reducir el consumo de agua, algo a lo que «hay que añadir ahora algunas acciones complementarias» en especial para «concienciar» de la importancia que tiene poder disponer de agua para el regadío en la zona del Iregua.
Detalló que ya está establecido un orden de prioridades según el cual «lo primero es mantener un caudal ecológico» de los ríos, tras lo que está el consumo de agua de boca, que supone el 12 % del total y, en tercer lugar, está el regadío agrícola.
El consejero afirmó que actualmente «no está en el horizonte» el que la situación de pre-alerta de la cuenca del Iregua pase a ser de alerta «aunque mañana mismo la Confederación Hidrográfica del Ebro hará una información más detallada de la situación».
Dorado admitió que «si pasáramos a alerta habría que adoptar medidas de racionalización de algunos usos» aunque «creemos no vamos a pasar de forma inminente, puede depender de las lluvias de mayo».