El Club Deportivo Logroñés en el recuerdo. Ese es el objetivo de los talleres que los veteranos de este desaparecido club desarrollan para enfermos de alzhéimer, muchos de ellos con un pasado vinculado al fútbol, para los que esta actividad sirve de estímulo para impedir el avance de la enfermedad.
El estadio de Las Gaunas, el nuevo, no el que vivió los mejores momentos del antiguo Club Deportivo Logroñés, ha sido el escenario de este taller, similar a los que realizan los veteranos de este equipo desde hace más de un año, todos ellos dirigidos a cerca de una veintena de afectados por la enfermedad de Alzheimer y sus familiares.
El exjugador Gerardo García León ha sido el encargado de conducir a este grupo por las instalaciones del estadio, desde los vestuarios al museo del Club Deportivo Logroñés, pasando por el terreno de juego, donde cada uno de los participantes ha realizado un saque de honor.
Además, para que se sintieran como futbolistas por un momento, gracias a la colaboración del "speaker" oficial de Athlétic de Bilbao, han salido al campo tras escuchar sus nombres en la alineación, tal y como se "canta" en un partido de Primera División.
Todos ellos han disfrutado de la experiencia emocionados y divertidos, además de curiosos con todo lo referido al equipo de fútbol que muchos han confesado "añorar", el Club Deportivo Logroñés que jugó casi una década en Primera y por el que pasaron "estrellas" de los años ochenta y noventa del siglo pasado, como el argentino Oscar Ruggeri, el austríaco Anton Polster, el ruso Oleg Salenko y los españoles Quique Setién, Agustín Abadía y Manuel Sarabia.
UN CHUTE DE ENERGÍA. "Seguro que les visteis jugar en Las Gaunas, esos domingos en los que la calle República Argentina se cortaba por la multitud de aficionados que acudían al campo", ha afirmado García León, que durante el recorrido ha tratado de transmitirles los nervios y la tensión que un futbolista vive antes de los partidos, en los vestuarios o al saltar al césped.
En declaraciones a los periodistas, ha subrayado "lo emotiva que esta actividad", que se organiza de la mano de la Fundación de la Liga de Fútbol Profesional y en la que buscan, "mediante el fútbol, con fotografías, camisetas y otros recuerdos, estimular los recuerdos de estas personas".
Ha explicado que, junto a estos talleres, también acompañan a los participantes a un partido en directo porque "muchos de ellos llevan bastante tiempo sin acudir a un campo" y "es otra forma de hacerles recordar".
El exjugador de Villarreal, Valencia, Osasuna y Real Sociedad, entre otros equipos, ha recordado que él vivió en primera persona la enfermedad del Alzheimer, de la que falleció su padre, "y en esta actividad es como si él estuviera presente, es muy emotivo".
"El Club Deportivo Logroñés ya no existe, pero para ellos es también parte de su historia y lo llevan dentro de ellos", ha señalado el exjugador y entender.
Al final, ha asegurado, "te quedas con su mirada al acabar la actividad porque, de alguna manera, te dicen todo lo que han sentido", algo que "es un orgullo, pero, a la vez también nos ayuda a nosotros humanamente, es un chute de energía".
LA PRIMERA EXPULSIÓN DE CRUYFF. El grupo de participantes en el taller disfruta desde el primer momento no solo por acceder a lugares del estadio a los que normalmente no se puede pasar, sino porque son momentos para recordar anécdotas relacionadas con el Logroñés y con el fútbol.
En el grupo que ha acudido este martes ha participado Cecilio Pérez Oranda, que fue "de todo" en el fútbol, como jugador, entrenador, directivo y árbitro, la faceta en la que llegó a una categoría superior, tanto que ha presumido de vivir en primera persona la primera expulsión de Johan Cruyff como jugador profesional.
Fue el 9 de febrero de 1975, en el campo de La Rosaleda de Málaga, cuando actuaba como juez de línea del árbitro Orrantia Capelastegui y el jugador holandés protestó airadamente un gol del equipo local.
"Le advertí que parara porque si no le iban a mandar a la caseta y, como no me hizo caso, le expulsaron", ha relatado este veterano del fútbol, que también seguía siempre que le era posible al Club Deportivo Logroñés y quien cree que "ahora los árbitros lo tienen más fácil que en mis tiempos", gracias a la tecnología.
Javier Sáenz, otro de los participantes, ha incidido en la importancia que tienen actividades como esta, que "contribuyen a hacer más visible esta enfermedad y a llamar la atención sobre que a gente más joven también le puede afectar".
En la misma línea, Ildefonso Fernández ha recalcado que, "mientras no exista una cura para el alzhéimer, terapias como esta son las que nos mantienen en mejor estado porque nos hacen ejercitar la mente".
"Tenemos que estar muy agradecidos a quienes promueven esta actividad de forma gratuita para nosotros, que ya corremos con muchos gastos por nuestra cuenta, porque el Estado nos tiene olvidados", ha criticado.
Además, "ha sido una buena oportunidad para recordar, por ejemplo, que vi debutar en Las Gaunas a Ronaldo Nazario con el Barcelona y que estuve en el partido del ascenso a Primera del Club Deportivo Logroñés contra el Valencia, y luego toda la ciudad lo celebró hasta la madrugada", ha concluido.