Es habitual que, cuando salimos a la calle en un día caluroso, las piernas estén al descubierto. Y es normal que, por impulso o inercia, nos fijemos en ellas. Y en el proceso, es frecuente que nos percatemos de las varices que recorren muchas de ellas. Pues bien, esto no se trata de un mero problema estético, sino que tiene nombre y apellidos: enfermedad venosa crónica (EVC). Se trata de una patología que afecta a la salud pública y que está asociada con un aumento de los trastornos vasculares y con un deterioro en la calidad de vida.
Los estudios disponibles muestran que el 60 por ciento de los adultos padece algún síntoma de esta afección, que se presenta con más frecuencia entre las mujeres. Sin embargo, y a pesar de esta elevada prevalencia, la EVC sigue siendo una enfermedad banalizada que, pese a sus claras señales, está infradiagnosticada.
Tal es así, que solo el dos por ciento del gasto sanitario europeo se destina a tratarla. «Lamentablemente, existe una preocupante falta de concienciación a diferentes niveles, que las sociedades científicas están intentando corregir», tal y como explica Pilar Murga, medical advisor del Área Venosa de Laboratorios Servier.
La enfermedad venosa crónica se produce cuando las válvulas que hacen circular la sangre por las venas se debilitan o fallan. Los principales síntomas visibles son hinchazón en los tobillos y la parte inferior de las piernas, varices, dilataciones de los capilares, cambios en la coloración de la piel o úlceras, además de calambres nocturnos, sensación de pesadez en las piernas o dolor al estar de pie.
Las personas que padecen esta patología son más propensas a sufrir enfermedades cardiovasculares, como la aterosclerosis o trombos, que pueden derivar en complicaciones más graves como la trombosis venosa. A su vez, la EVC puede ser debida a factores de riesgo, tales como la edad, genética, sedentarismo y obesidad, permanecer mucho tiempo de pie o sentado, embarazo...
En este sentido, Laboratorios Servier trabaja desde hace décadas para prevenirla y ofrecer opciones terapéuticas que garanticen una protección efectiva del sistema vascular, con el fin de mejorar la calidad de vida del paciente. «La práctica habitual de ejercicio físico junto con la adopción de un estilo de vida saludable es fundamental para la prevención de esta enfermedad», detalla Dolores Ballesteros, especialista en Angiología y Cirugía Vascular.
Proyecto para sensibilizar
Para concienciar acerca de la importancia de la EVC, Laboratorios Servier promueve el proyecto VenDETECTA, avalado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
Para romper con la banalización que existe acerca de ella, se necesita concienciar a los pacientes y colaborar en la formación de los profesionales sanitarios implicados en la detección temprana y en el diagnóstico de esta enfermedad, especialmente aquellos que pueden detectarla en sus etapas iniciales.
Con la intención de solucionar el problema del infradiagnóstico, el Consejo Asesor Estratégico en la Enfermedad Venosa Crónica ha publicado un documento titulado Actualización Estratégica Multidisciplinar de la Enfermedad Venosa Crónica. Su finalidad es recordar a las administraciones, a los profesionales sanitarios y a la sociedad en general la importancia de esta patología, ofreciendo datos actualizados, evidencias clínicas y nuevas perspectivas para su abordaje .
Coincidiendo con la Semana de la Vena, que se celebra del 7 al 11 de abril, se llevarán a cabo en más de 30 centros de salud de España jornadas de concienciación centradas en la EVC, cuyo lema es: «Si la enfermedad venosa está en tus piernas, la detección temprana en tus manos».