Punto y seguido

Gonzalo Ortega
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SD Logroñés y Teruel firman tablas en un choque donde, cuando mejor estaba cada equipo, ha sido cuando ha encajado. Álvaro García, que se estrena como goleador, ha neutralizado la ventaja turolense en un error de bulto de la zaga local

Álvaro García celebra su primer gol con la SD Logroñés. - Foto: Óscar Solorzano.

Con justicia o sin ella, con sus más y sus menos, el partido entre la Sociedad Deportiva Logroñés y el Teruel ha terminado como ha empezado: en tablas. Volvían a enfrentarse en Las Gaunas dos equipos que seis meses atrás militaban en Primera Federación en un choque en el que, en el tramo en el que mejor estaba cada uno de los equipos, ha sido en el que han recibido sendos goles. La SD Logroñés ha sido capaz de sobreponerse a uno de los tantos concedidos más absurdos de su historia y ha conseguido igualar la contienda al inicio de la segunda parte frente a un Teruel que ha terminado asfixiando a los locales.

Resulta difícil explicar cómo ha podido ser posible que la SDL se hay marchado al descanso por debajo en el marcador. Aunque si el fútbol entendiera de lógica o de puntos, este tendría otro nombre y apellidos. Hasta en tres oportunidades ha podido abrir la lata el equipo de Carlos Pouso, que ha arrancado el choque mucho más agresivo y decidido a ir a por los tres puntos que su rival, al que ha sometido durante más de media hora.

Primero ha sido Álvaro García, en una acción que, tras pisar área, ha chutado demasiado escorado y se ha encontrado con la intervención en dos tiempos de Taliby, rechace al que no ha llegado Raúl Rubio por centímetros. Minutos más tarde Miguélez, en una acción donde la excesiva pasividad defensiva le ha permitido controlar el balón y soltar un zapatazo desde más allá de la frontal que ha repelido con violencia el larguero. Y a la tercera, un disparo de Rubio, que llegaba al área pequeña en segunda línea, no ha cogido portería y se ha marchado muy cerca del palo izquierdo.

Huelga decir que uno de los dichos más comunes en este deporte es que, quien no aprovecha las que tiene, lo acaba pagando. Así ha sido. No es que el Teruel lo haya merecido, es que en realidad ni siquiera lo ha buscado. Cuando los blanquirrojos estaban combinando atrás en busca de generar espacios y generar superioridad, un envío comprometido de Miguel Santos hacia Javi Jiménez ha terminado con el balón introduciéndose en su propia portería. No busquen el culpable, eso solo causará más daño. Solo quedaba mirar hacia adelante y asumir el grotesco error. Tocaba remontar un partido que, incomprensiblemente, perdían los pupilos de Pouso. Diez minutos de transición y jugadores a vestuarios.

Reanudado el encuentro, ha vuelto a verse esa SDL dominante sobre el terreno de juego frente a un Teruel que mandaba en lo más importante: el marcador. Eso sí, por poco tiempo. En una acción aislada que no parecía entrañar mucho peligro, un centro por banda izquierda ha hallado el remate con el exterior de un Álvaro García que se ha peleado contra el mundo y ha obtenido el mejor premio. Marcador igualado y todo como al inicio.

Al contrario de lo demostrado previamente, el paso de los minutos se le ha hecho largo a la SD Logroñés que ha comenzado a acusar el desgaste del primer acto y ha evidenciado falta de lucidez en sus acciones. Los turolenses se han hecho dueños del esférico y han plasmado mucha pericia en el movimiento de balón, encontrando con rapidez una superioridad palpable hasta el pitido final del trencilla vasco. Un punto, a la postre, justo: 45 minutos para cada equipo y que, cosas del fútbol, se han encontrado con el mayor castigo cuando estaban disfrutando de sus momentos más lúcidos.